Real Sociedad | David Silva entrena al margen, con un plan progresivo

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Segundo entrenamiento de la pretemporada y segunda sesión que no completa con el grupo David Silva. El canario está protagonizando un arranque de curso algo atípico y que, sin embargo, cobra todo el sentido del mundo atendiendo a su importancia en la Real Sociedad y a las circunstancias físicas que le rodean. Cabe recordar que no terminó la pasada campaña sobre el césped, debido a una lesión sufrida durante la 36ª jornada, en Anoeta contra el Almería, hecho al que se ha sumado este verano un período vacacional algo más breve de lo normal. Así, mientras el regreso a los entrenamientos está exigiendo al máximo al resto de compañeros, el mediapunta desarrolla un plan más progresivo de puesta a punto, para encontrarse plenamente disponible cuando arranque la competición. Restan cuatro semanas y media para el estreno liguero, el sábado 12 de agosto en Anoeta ante el Girona.

DOS PARONES PREVIOS. El miércoles 3 de mayo, la Real comunicó la renovación de David Silva por espacio de una temporada adicional, hasta junio de 2024. En las declaraciones que efectuó al club aquel mismo día, el de Arguineguín dijo encontrarse “bien físicamente”, a la hora de argumentar una decisión avalada por los precedentes del curso. A sus 37 años, solo se había perdido once partidos por lesión, incluyendo además la visita copera al Cazalegas, duelo que posiblemente habría disputado de resultar más trascendente. Inició la campaña con total normalidad, hasta que en la undécima jornada de Liga cayó en Valladolid: se produjo allí una rotura en el recto femoral de su pierna derecha, perdiéndose los cuatro siguientes encuentros ante Omonia, Betis, Manchester United y Valencia. Reapareció en el Sánchez-Pizjuán contra el Sevilla, para después ausentarse en el citado duelo de Copa, algo cargado. Dos meses después, en enero, se lesionó en Zubieta (sóleo izquierdo) en vísperas de los cuartos de final ante el Barça en el Camp Nou, causando baja frente a los culés y ante Madrid, Valladolid, Espanyol, Celta y Valencia.

DOBLE PROBLEMA EN MAYO. Cuando volvió al equipo en marzo, Silva lo hizo para quedarse, alcanzando además un sobresaliente nivel al llegar la fase más importante del curso. Todo se truncó para él, sin embargo, el sábado 13 de mayo en Anoeta, durante el partido que el equipo empató contra el Girona (2-2). El canario concluyó el partido sobre el césped, completando los 90 minutos, pero se sabría a posteriori que terminó la contiende con molestias fuertes en una rodilla. Así, no se entrenó a lo largo de toda la semana y causó baja en la visita liguera al Barcelona en el Camp Nou, saldada con un triunfo clave (1-2). Solo tres días después, tocaba encarrilar el billete para la Champions en casa contra el Almería, duelo en cuya víspera Imanol se mostró muy claro: “Con David ha llegado el momento de arriesgar”. Dicho y hecho. El 21 fue titular, pero apenas duró 20 minutos sobre el verde. Tuvo que ser sustituido entonces, pero no como consecuencia de las mencionadas molestias, y sí por culpa de la tercera lesión muscular del curso, esta en el gemelo derecho. Aquello sucedió el martes 23 de mayo, y no fue óbice además para que los problemas de rodilla pudieran persistir posteriormente. El jugador se perdió las dos jornadas finales del campeonato, frente al Atlético de Madrid en el Metropolitano y ante el Sevilla en el estadio de Anoeta.

SIETE SEMANAS. Este martes se cumplieron exactamente siete semanas desde aquel partido contra el Almería, felizmente ganado gracias a un gol de Take Kubo (1-0). David Silva repitió el plan de la víspera, día en que arrancó la pretemporada, y completó trabajo individualizado en el interior de las instalaciones de Anoeta. El lunes se le pudo ver en acción sobre el césped del estadio, sin gestos que invitaran a la preocupación. Terminado el calentamiento colectivo, tomó el camino hacia el túnel de vestuarios para continuar dentro con su puesta a punto, de cara a la que será su cuarta campaña en la Real. Según ha podido saber este periódico, la expresión “plan de trabajo individualizado” no se ajusta exactamente a la situación del de Arguineguín, ya que en realidad todos los futbolistas de la plantilla siguen distintas hojas de ruta, adaptadas a sus respectivas situaciones. Sí sucede con Silva, sin embargo, que las circunstancias de este invitan a un arranque más progresivo que el del resto, lo que de momento lleva a los técnicos a obrar con precaución. Se avecina una campaña igual de cargada de partidos que las anteriores, pero con la exigencia adicional que siempre significa toda una Champions League.

NUNCA MÁS DE TRES AÑOS. El jugador canario tiene 37 años y todo apunta a que, cuando finalice su carrera, podrá presumir de no haber pasado nunca más de tres cursos sin jugar la máxima competición continental. Su aparición en el fútbol profesional data de 2003, cuando pasó a integrar la plantilla del filial del Valencia. Campañas consecutivas en el Mestalla, en el Eibar y en el Celta le mantuvieron alejado de la Champions, pero luego se estrenó en ella con el propio Valencia en la 2006-07, disputando once encuentros y marcando tres goles. Entre 2008 y 2011 pasó dos temporadas a orillas del Turia y otra en Manchester sin escuchar la música de las estrellas, para después encadenar nueve cursos haciéndolo, hasta el último que pasó en Inglaterra. Y cuando fichó por la Real inició ese nuevo período de tres años, entre 2020 y 2023, sin catar la Liga de Campeones. Cuando lo haga con la elástica txuri-urdin, será el blanquiazul con más experiencia en la competición gracias a 75 partidos disputados y trece goles durante los 17 años precedentes. Solo el propio Silva, Carlos Fernández y Traoré han llegado a participar en la máxima competición europea.

CIFRAS MEJORADAS DE PARTICIPACIÓN

Precaución con Silva… y también tranquilidad, claro. Porque esto no ha hecho más que comenzar, porque falta un mes para que arranque la Liga y porque las cifras de participación del canario han ido creciendo durante sus tres temporadas como realista.

En la campaña 2020-21, la de su debut con la camiseta txuri-urdin, jugó 23 partidos, un total de 1913 minutos. Solo tuvo dos parones relativamente largos por lesión: uno en diciembre que le impidió jugar (entre otros) el decisivo partido de Nápoles y otro tras la histórica final de Copa del Rey contra el Athletic, permaneciendo entonces un mes en el dique seco. A lo largo de la temporada 2021-22, mientras, disputó 32 encuentros y acumuló 2014 minutos, de nuevo con dos interrupciones prolongadas por problemas físicos. En septiembre se lesionó tras la visita al Cádiz y no reapareció hasta finales de octubre en Austria contra el Sturm Graz, cayendo de nuevo en diciembre tras la visita europea al Mónaco y perdiéndose de nuevo un encuentro clave en el continente, este en Anoeta con el PSV. 

Finalmente, durante este último curso 2022-23 Silva ha superado sus propias marcas de participación, jugando 34 partidos y completando 2356 minutos. El hecho de que concluyera la campaña en el dique seco no puede hacer olvidar esta circunstancia estadística, que toca aderezar además con la sensaciones muy positivas que emitía el canario hasta su postrera dolencia. Apenas diez días antes de dañarse la rodilla ante el Girona, duelo en el que vio puerta, ofreció una exhibición contra el Real Madrid en Anoeta.


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