Fortalecerse para los retos que están por venir

Los resultados de La Liga Santander cosechados por la Real Sociedad desembocaron en una brillante participación en la próxima edición de la Champions League. La Real hace años sufría jugando los jueves Europa League y los domingos al mediodía La Liga Santander, pero, ya acostumbrada a luchar por Europa y con una plantilla de primer nivel, debe asegurarse de tener un equipo capaz de competir con titulares y suplentes en todos los campos de Europa, en la medida de lo posible, claro, para el regreso a la máxima competición continental.

La llegada de Hamari Traoré garantiza tener un avión por el flanco derecho, y la posible de Álvaro Odriozola sellaría un doblete de ensueño en el lateral diestro de la zaga, donde, a pesar del buen hacer de Gorosabel, hacía falta más consistencia y rotación.

La salida de Illarramendi de la medular de la plantilla txuri-urdin es un golpe duro, más por lo emotivo y por su experiencia que por lo futbolístico, toda vez que su peso específico en el minutaje y rotación del equipo decreció notablemente desde sus problemas físicos. Lo cierto es que esta última circunstancia hace, quizá, algo menos urgente la llegada de jugadores, y a muchos aficionados el cuerpo les pide dar más peso en ese rol a Beñat Turrientes y a Jon Ander Olasagasti, e incluso también al polivalente Urko González de Zárate.

Arriba, Umar Sadiq espera tener una temporada completa tras la grave lesión en la de su debut, y eso garantizaría goles a espuertas. Cuesta imaginar al africano jugando con regularidad y no siendo determinante. La salida de Sorloth, a la espera de su posible fichaje, debería dar peso a Carlos Fernández y la figura de Oyarzábal no se discute, aunque tanto Mikel, como Carlos, como Umar han tenido lesiones graves en las últimas temporadas. De la salud de los tres dependerá gran parte de la producción ofensiva del equipo, y, quizá, de su evolución dependa también la salida como cedido de Karrikaburu.

Por detrás de ello, las figuras de Cho y de Take Kubo se espera que sigan creciendo, así como los internacionales españoles en categorías inferiores Robert Navarro y Ander Barrenetxea. Todos ellos figuras jovencísimas. Brais sería una pieza más experimentada en esa segunda línea.

Aunque ahí ha comenzado a sonar un fichaje de campanillas por el que no habría que pagar traspaso; Daichi Kamada. El que sería el segundo nipón del equipo completaría una plantilla completísima, añadiendo además más experiencia levantando trofeos con el Eintracht de Frankfurt, su último equipo, pues ganó la Copa alemana de 2018, en el coto de caza privado del Bayern de Múnich, y la Europa League de 2022, en la que, entre otros, eliminaron con brillantez al Barcelona.