Hablando de madurez, voy a compartir algo contigo, Goiko-Auto y con los demás, por supuesto. Quizás lo recodeis (y es posible que ya lo haya comentado en alguna ocasión, ya sabeis que con los años uno se vuelve batallitas): fue en su primera pretemporada y Martín Lasarte en el banquillo, partido amistoso contra el Eibar; tras una 1ª parte en la que el francés no parecía muy suelto, en el descanso, Lasarte le dijo que jugara como lo solía hacer en la calle, con sus amigos. Buena segunda parte y, si no recuerdo mal, gol del pequeño Antoine.
Yo lo ví/conocí en Zubieta aquel verano y también al jugador al que "rebasó", para quedarse en el primer equipo, aquel Cocoliso (ya se veía que su velocidad no era la adecuada para el fútbol europeo, por mucha calidad técnica que atesorase, que la tenía). Y desde entonces tuve para mi que una de las claves del éxito de Griezmann era precisamente la falta de madurez, su "irresponsabilidad". Lasarte acertó de pleno en su consejo y aquel chico de Macon, vivió aquella temporada que acabó en ascenso, libre de cualquier presión o carga. Pienso que de haber sido un jugador tipo Markel, al que tengo por serio, maduro y responsabilizado, más consciente de la realidad y los delicados momentos que atravesábamos, tal vez la evolución hubiera sido otra muy distinta y quién sabe dónde y cómo habría acabado aquel menudo futbolista. Creo que esa característica le acompañó durante su estancia en la Real; claro que los años no pasan en balde y la paternidad te da barniz en la personalidad muy grueso. No tengo dudas de que ahora es más adulto, más maduro, más responsable; ya no juega como lo hacía en su barrio.
Antoine le debe mucho a la Real, quizá todo lo que de él se conoce ahora, especialmente a Lasarte, porque le dejó seguir siendo lo que era, un niño que jugaba al fútbol como lo hacía en su barrio, con sus amigos. Para llegar a la élite del fútbol, ser profesional y vivir de esto no basta ser muy bueno, hay que tener mucha suerte y Griezmann tuvo la suerte de caer en la Real con sus 13 añitos, con Eric Olats, para encontrarse con Martín 5 años después, cuando la llesión de un compañero le puso en la primera lista del entrenador en pretemporada. El resto ya lo conocemos todos.
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