La gestión de las entradas del Benfica-Real Sociedad sigue sobre la mesa y la polémica no tiene visos de acabar. Después de que durante las últimas horas se haya conocido que el equipo luso está cancelando las entradas que realistas compraron por su cuenta tras hacerse fans portugueses, el club benfiquista ha remitido alrededor de un centenar de billetes para tratar de solventar esta casuística. Algunas de las personas afectadas han conseguido que la Real les canjee el correo de cancelación que han recibido por una entrada mientras que el club realista pelea conseguir otras 254 entradas.

Unas medidas que han vuelto a enfadar a parte de la afición realista. Por un lado, porque el Benfica se cerró en banda a facilitar más entradas y ahora ha remitido alrededor de un centenar para intentar solventar un problema que ha generado al cancelar unilateralmente una serie de entradas que el presidente de la Real, Jokin Aperribay, ha cifrado en 254; por otro lado, porque se haya abierto la opción de que personas que tomaron la vía de Lisboa hayan podido conseguir ticket antes que otras de la lista de espera.

Toda decisión salomónica tiene perjudicados y la del Benfica ha dejado unos cuantos por un desconocido criterio que ha seguido el equipo portugués para cancelar las compras (según país de compra, la entidad bancaria de la tarjeta de crédito o incluso el código postal requerido en alguno de los trámites). Los hechos han acaecido al menos quince días después de que se llevaran a cabo las compras (hay quien optó por esta vía nada más conocerse el resultado del sorteo) y cuando falta una semana del partido.

Fuentes del club realista han explicado a preguntas de este diario que ha solicitado al Benfica que devolviera el dinero de la membresía y la entrada. El club portugués reintegrará en el plazo máximo de un mes según reza el mail enviado desde Lisboa, que justifica la decisión en motivos de seguridad: “Solo por esta razón nos vemos obligados a devolver su registro como miembro del Benfica y cancelar la venta de la entrada, devolviendo el montante total gastado en el proceso”.

“Como seguramente sabrás, las entradas que vende la SL Benfica son, por razones de seguridad, para miembros de la SL Benfica”, señalan en el correo electrónico, donde añaden que “tras haber puesto a la Real Sociedad en conocimiento de lo sucedido, nos han informado de que aún tienen la opción de comprar entradas en el sector visitante”.

Se trataba de un número mínimo de entradas en comparación a la gran demanda existente. Por un lado, las pocas entradas que agraciados en el sorteo no habían confirmado y, por otro, la nueva remesa facilitada por el Benfica, que invita a aquellas personas a las que ha cancelado la entrada a “acudir a la Taquilla de la Real Sociedad desde hoy y hasta el viernes y presentar el correo electrónico de cancelación de la entrada”.

La Real explica que para cubrir las entradas sobrantes de personas agraciadas que no las han retirado y de la nueva remesa de entradas recibidas está echando mano «de la lista de espera», si bien está empezando a encontrar dificultades para colocarlas. Fueron cerca de 2.200 las personas que no tuvieron suerte en el sorteo y la gran mayoría de ellas han cancelado los planes que tenían como para ahora poder contar con entradas.

Una gestión controvertida

El club realista optó por la fórmula del sorteo de abonado más acompañante ante la previsión de que la demanda no cubriera las más de 3.000 entradas disponibles, 2.850 una vez descontadas las 400 de compromisos institucionales, comerciales y con las peñas. Lejos de eso, las peticiones iniciales daban, entre abonados y acompañantes, para más de 6.000, cifra que tras un cribado (inscripciones duplicadas, etc.) quedó en 5.138 solicitudes, de las que 3.237 eran abonados.

Según los datos que ha ofrecido Aperribay, que ha asegurado que negocian conseguir 254 entradas más, cerca del 20% de los afortunados con una entrada en el sorteo del 4 de octubre son acompañantes de abonados, lo que significa que de las 2.850 entradas de Lisboa, casi 2.300 están destinadas a personas abonadas y alrededor de 570, a no abonadas. De las 2.288 que quedan sin cubrir, un millar son socios.

A comienzos de mes, cuando la Real realizó el sorteo, el Benfica ya había anunciado que, a diferencia de otros desplazamientos masivos de la Real por Europa, no mandaría más papel. Algunas de esas personas, que ya se habían agenciado el viaje y el alojamiento al conocer el resultado del sorteo de agosto, se buscaron la vida para poder ver el choque. Así, la fórmula que algunos ya habían empleado en septiembre y que se popularizó ese miércoles 4 de octubre fue darse de alta como simpatizante del Benfica por 20 euros y poder comprar entradas en la zona del estadio más próxima al sector visitante (otros 30 euros).

Una opción que el Benfica taponó horas después de que se popularizara y que ahora ha decidido anular “por razones de seguridad”. Sin mayor novedad durante estos quince días, todo apuntaba a que todo quedaría en que la seguridad del conjunto benfiquista se iba a empeñar en que ninguna enseña de la Real se viera fuera de la zona visitante. Al final, el equipo lisboeta ha decidido devolver las entradas compradas con esta fórmula, dando por hecho que todas son de aficionados realistas.

Ante la cancelación, algunas personas han acudido a la propia Real, ya que según explica la entidad, algunas de ellas habían rechazado la entrada del sorteo por haberla conseguido por sus medios y ahora se han visto sin poder acudir al partido.

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