"Me emociona un poco porque está Patxi Illarramendi (le ha invitado en señal de reconocimiento), la primera persona que me trajo a la Real porque sin él seguro que no hubiera sido futbolista". Fue el momento en el que más se emocionó Álvaro Odriozola en su presentación como nuevo jugador txuri-urdin. Para los que no le conocen, Patxi es uno de los técnicos más conocidos y queridos de la estructura txuri-urdin en los últimos años: "Conmigo siempre ha sido así de agradecido. Yo lo cogí para entrenar, no le traje, y luego fuimos al torneo Brunete. La semifinal terminó el partido bien y luego había dos personas en cada habitación. De esto me enteré a los 15 días. Me viene a la mañana antes de jugar la final con el tobillo súper hinchado. Me cago en Dios, si ayer terminaste bien el partido. Qué hostias has hecho. Resulta que luego me cuentan que estaba jugando con el portero y se le cayó encima jugando y se le jodió el tobillo. No pudo jugar. El portero luego estuvo en el Oviedo: Gorka Giralt".
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