Aperribay negocia mano a mano la renovación de Imanol

Imanol Alguacil, en Zubieta antes de iniciar una sesión de entrenamiento.

Imanol Alguacil, en Zubieta antes de iniciar una sesión de entrenamiento.
Arnaitz Rubio

Después de la confirmación de la espantada de Roberto Olabe, Jokin Aperribay ha decidido coger el toro por los cuernos y asegurarse al menos la continuidad de Imanol Alguacil. El pasado viernes, en el acto conmemorativo de los socios que cumplían medio siglo de fidelidad al club, el presidente desveló que “el miércoles por la tarde tuve una muy buena conversación con Imanol”. En la misma se asentaron las bases del nuevo contrato que va a firmar el entrenador con el club cuya vinculación expira en el mes de junio. Tampoco es que desvelara ningún secreto, ya que la hoja de ruta que se había marcado el dirigente ya la había desvelado en su última comparecencia en el aeropuerto de Pamplona antes de viajar a Belgrado para el duelo ante el Maccabi de Tel Aviv el pasado 23 de octubre. “Dentro de poco me veré con su agente. Todavía no nos hemos sentado a hablar. Tranquilos, que Imanol ya me ha dicho que se quiere quedar e Imanol ya sabe que nosotros queremos que se quede. Su renovación no lo lleva ni desde una obligación, ni una demora ni no sé qué, las circunstancias de calendario nos han llevado a que todavía no nos hayamos sentado a hablar”.

Como hace dos años, cuando rubricó su último contrato con la Real (14 de noviembre de 2022), la dirección deportiva ha considerado que este parón de selecciones era ideal para abordar un movimiento tan importante. El primer contacto se produjo el mismo lunes y en la reunión estuvieron los representantes del técnico, Aperribay y Roberto Olabe. Eran las horas previas a que se desatara la tormenta por la confirmación de que dejaría su cargo a finales de este curso, el director de fútbol quiso estar en el encuentro en una demostración de apoyo y de que estaba convencido de que es lo mejor para el futuro deportivo de la entidad.

Imanol también prioriza acabar bien su etapa

Aunque a nadie se le escapa que su sueño siempre ha sido ser el entrenador de la Real y que en más de una ocasión ha manifestado que solo se marchará si le echan, Imanol no ha sido ajeno a la ofensiva del vehemente pero muy minoritario sector crítico de la afición y en esta ocasión se lo está pensando más que en anteriores renovaciones. Después de una trayectoria tan exitosa y siendo una persona de la casa que siente tanto los colores, una de sus nuevas prioridades es asegurarse una salida tranquila y cero traumática con la intención de que todas las partes cierren el círculo sin heridas. Es en ese escenario en el que se puede enmarcar la afirmación desvelada por Aperribay, ya que en esta ocasión ha tenido que confirmarle que la confianza en su trabajo es total y que no existe un desgaste en la dirección deportiva. Lo que habrá que calibrar ahora es el que ha podido sufrir el oriotarra después de tener que recomponer a un equipo que en verano perdió a dos pilares básicos y que no pudo completar una pretemporada mínimamente normal por los compromisos internacionales de varios de sus mejores jugadores y por los rumores sobre las posibles salidas de otros.  

Aperribay fue consciente de esta situación después del cónclave del lunes y quiso concertar un nuevo encuentro a solas para hablar y analizar todo, y convencerle de que continúe al frente del equipo. Algo que seguro que se cerrará en próximas fechas y aunque lo normal es que firme otra vez por dos años más, no se puede descartar que lo haga de uno en uno.

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