Así llega a Anoeta el Anderlecht, rival de la Real

Real Sociedad-Anderlecht. Suena muy bien el cartel de lo que aguarda este jueves (18.45 horas) en Anoeta, en la segunda jornada de la Europa League. Sin embargo, conviene puntualizar que ahora mismo el cuadro belga, más allá de sus existentes fortalezas como conjunto, se encuentra muy alejado del brillo que tuviera como equipo y como club. Visita Donostia todo un histórico del fútbol europeo, pero lo hace en época de vacas flacas, inmerso en su mayor sequía de títulos en los últimos 80 años. ¿A quién se medirá exactamente la escuadra de Imanol Alguacil?

1- Historia: dos Recopas y una UEFA

El Anderlecht fue fundado en 1908 en la localidad que le da nombre, un municipio independiente pero integrado en el núcleo urbano de Bruselas. Los inicios de la entidad no resultaron sencillos, con ascensos y descensos en las categorías inferiores belgas hasta que el equipo subió a primera división en 1935. Desde entonces, no ha vuelto a bajar, aunque el inicio de la larga época dorada del club se hizo esperar hasta el primer título liguero (1946-47). En total, el Anderlecht, institución más laureada del país, acumula 34, por nueve copas y tres grandes trofeos europeos: las Recopas 1975-76 y 1977-78, y la UEFA 1982-83. El último alirón cantado por el conjunto morado corresponde a la liga 2016-17, habiendo transcurrido ya más de siete años sin éxitos que celebrar. Se trata de la travesía del desierto más larga en la historia de la entidad, si tomamos como punto de partida la mencionada liga de 1947. 

La plantilla campeona de la Copa de la UEFA en la temporada 1982-83.


2- Discreto inicio 2024-25: es séptimo en la liga

Apartémonos de lo general y pongamos el foco sobre la actualidad, sobre el Anderlecht de la presente temporada. Lo cierto es que el conjunto de Bruselas ha completado un discreto inicio de campaña en la liga, ya que ahora mismo ocupa la séptima plaza de una clasificación que integran 16 equipos. La cosa arrancó de forma positiva: once puntos de quince posibles antes del parón de septiembre, con victoria en Amberes y empate en el campo de la Union Saint-Gilloise, salidas muy complicadas. Sin embargo, todo se ha torcido desde entonces, pues en las cuatro siguientes jornadas (tres de ellas jugadas en casa) el Anderlecht sólo ha sumado tres empates contra los modestos Westerlo, Charleroi y Dender. La Europa League, eso sí, viene significando una especie de balneario, gracias a las victorias de agosto contra el Dinamo de Minsk (ronda previa) y al triunfo de la semana pasada ante el Ferencvaros, en la primera jornada.

Los jugadores del Anderlecht celebran el gol de Verschaeren al Ferencvaros, momentáneo 1-0 para el 2-1 final.


3- El banquillo: entrenador interino

En noviembre de 2022, durante el parón por el Mundial de Catar, el danés Brian Riemer renunció a su cargo de segundo entrenador en el Brentford inglés para entrenar al Anderlecht. Durante los casi dos años que duró luego en el cargo, nunca congenió con una hinchada que llegó a ilusionarse con ganar la liga el pasado curso, y a la que decepcionó la tercera plaza final. El técnico inició con ese lastre la actual temporada 2024-25, y a nada que las cosas se han torcido, durante la mencionada mala racha, ha sido destituido. Le ha relevado David Hubert, jovencísimo preparador de 36 años promocionado desde el banquillo del equipo juvenil y que luce aún el cartel de interino. Los tres partidos que ha dirigido se han saldado con dos empates ligueros y un triunfo europeo. Este jueves en Anoeta y el domingo contra el Standard de Lieja se juega sus opciones de evitar que el club contrate en el parón de octubre a un nuevo entrenador.

David Hubert, durante la primera jornada de la Europa League, dando instrucciones a sus futbolistas.


4- Plantilla: cantera y austeridad

El Anderlecht siempre se ha caracterizado por cuidar el talento que emerge de sus categorías inferiores. El pasado miércoles, en el partido contra el Ferencvaros, integraron el once titular cinco canteranos: el lateral Sardella, los interiores Verschaeren y Stroeykens, el extremo Amuzu y el pivote Dendoncker. Este último, formado en la factoría del club, ha regresado al mismo este verano, cedido por el Aston Villa. Luce el brazalete de capitán y lidera a una plantilla que este verano fue reforzada desde la austeridad. Pese a que se vendió al defensa Zeno Debast al Sporting de Lisboa (por 15,5 kilos), solo hubo una inversión importante, los tres millones pagados al Milan por el joven central serbio Jan Carlo Simic (2005). Por lo demás, llegaron libres el lateral Foket (Stade de Reims) y el central Zanka (Brentford), y se cerró la cesión del extremo inglés Edozie (Southampton). Este último, como el propio Dendoncker o el desparpajo del citado Verschaeren, significa uno de los puntos fuertes del cuadro morado. Ojo también a la sociedad danesa que forman en ataque el ala Dreyer y el ex sevilista Kasper Dolberg.

Dendoncker, tras anunciarse este verano su cesión procedente del Aston Villa.


5- ¿Cómo juega? Un atrevido 4-3-3

Tras apostar por un dibujo 4-2-3-1 en su estreno en el banquillo, David Hubert ha dado paso en los dos últimos partidos a un muy ofensivo sistema 4-3-3, atendiendo sobre todo a los perfiles utilizados. El nuevo técnico se ha sacado de la manga una medular en la que, por delante del tapón Dendoncker, conviven los talentosos interiores Stroeykens y Verschaeren, siendo este último un jugador habituado también a actuar como extremo. Está por ver si el Anderlecht da continuidad en Anoeta a esta tendencia, muy atrevida por las caracterísitcas de los jugadores y también por la actitud sobre el césped. Los belgas son sofisticados con balón, meten a menudo a sus laterales por dentro, y acostumbran también a presionar muy arriba (en 4-4-2 con rombo) los inicios de sus adversarios. El escenario y el rival de este jueves, la Real, podrían llevar a la escuadra morada a auto agregarse matices más precavidos en su visita a Donostia. O quizás el propio Hubert opte por la fidelidad a aquello que viene proponiendo estas semanas.

Presión alta del Anderlecht dibujando un 4-4-2 con medular en rombo, en la liga contra el Charleroi.


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