Así llega la UD Almería: cuando todo sale mal

Ahora es, porque así lo dice la clasificación, el peor equipo de la categoría, con solo tres puntos sumados en doce partidos. Pero el Almería 2023-24, rival este sábado de la Real, no tenía mala pinta hace solo tres meses, cuando el balón de la Liga echó a rodar. Rubi decidió abandonar el banquillo tras consumarse la salvación (sobre la bocina) en junio y le relevó como técnico Vicente Moreno. A partir de ahí, el equipo se reforzó de manera interesante, gastando dinero además: ilusionaron a la afición indálica los centrales César Montes (14 millones, del Espanyol) y Edgar (4,5,Betis), los delanteros Luis Suárez tras cesión previa (8, Olympique de Marsella) e Ibrahima Koné (7,5, Lorient), los pivotes Lopy (6,5 Reims) y Baba (cedido del Mallorca), el lateral derecho Marc Pubill (5, Levante), el mediapunta Sergio Arribas (6, Real Madrid Castilla) y el préstamo del portero Maximiano (0,5, Lazio). Sin embargo…

Sin embargo, todo comenzó a torcerse en la tarde del viernes 11 de agosto, a eso de las 19.45, con el personal aún en la playa y el Almería sufriendo una jugada que sirve como metáfora de todo lo acontecido durante el curso hasta la fecha. En el minuto 17 del partido en casa contra el Rayo, duelo inaugural de la Liga 2023-24, el citado Edgar, central recién contratado, se encontró con un balón botando en área propia, disfrutando de tiempo y espacio para despejar sin problemas. Él se lo tomó con tranquilidad, quizás demasiada, hasta el punto de que el visitante Nteka terminó adelantándose y recibiendo un patadón del zaguero en las costillas. Penalti, 0-1 y a remar contracorriente durante toda la campaña.

Inercia negativa

El Almería perdió 0-2 aquel encuentro. Volvió a caer una semana después frente al Real Madrid (1-3) pese a adelantarse. Y, tras el posterior empate en Cádiz (1-1), comenzó ya a encajar esas dolorosas derrotas en los minutos finales que tanto le han lastrado. Contra el Celta (2-3), contra el Villarreal (2-1)… Los resultados eran peores que las sensaciones, pero la falta de puntos y el borrón de un 5-1 en el Sánchez-Pizjuán en la séptima jornada acabó con la efímera etapa del técnico Vicente Moreno en el club. Con el interino Alberto Lasarte luego y con Gaizka Garitano ahora ha costado y cuesta reflotar la nave, por culpa de la inercia negativa y también de bajas importantes en ambas áreas.

En la propia, para empezar, el equipo está echando mucho de menos a los centrales titulares del pasado curso, Rodrigo Ely (vendido por 1,5 millones al Gremio brasileño) y el ex realista Srdjan Babic (del Spartak de Moscú por 5 kilos). Los recambios de Edgar y Montes no terminan de funcionar ahí, y su presencia en el plantel ha redundado en una peor gestión del bloque bajo: cuanto más lejos defienda el Almería de su portería, mejor. Y tampoco ha ayudado a l zaga la grave lesión de Marc Pubill, un prometedor lateral diestro cuya ausencia ha abierto la puerta a Pozo y Mendes, menos aplicados en la contención. Continuando con los problemas físicos, y pasando ya al área rival, hay que subrayar con fluorescente las dolencias sufridas por los dos teóricos hombres gol de la plantilla: Luis Suárez se rompió el peroné en la octava jornada contra el Granada, y Koné padeció una fractura de tobillo con la selección de Mali durante el parón de octubre. Vaya dos contratiempos.

Desde hace un mes, Gaizka Garitano trata de encauzar la envenenada situación que heredó en su día. Acumula ya tres partidos a los mandos del Almería, cuatro si contamos el 0-2 copero en Talavera, y con él el equipo está compitiendo, casi siempre vivo dentro de los encuentros. La goleada encajada en Girona (5-2) arrancó con dos goles tempraneros (0-2) de Leo Baptistao, punta de circunstancias. Las Palmas ganó luego en el Power Horse Stadium (1-2) con diana en el descuento. Y la derrrota del domingo en Mendizorrotza (1-0) se produjo con tanto rival en el minuto 79.

SADIQ VUELVE ‘A CASA’ CON LA REAL

En octubre de 2020, durante el mercado veraniego previo a aquella termpoada de inicio tardío por la pandemia, el Almería pagó 9 millones de euros al Partizan de Belgrado por el fichaje de Sadiq Umar. El delantero nigeriano tenía 23 años y venía de marcar 23 goles en 52 partidos con el conjunto serbio, buenas cifras que mejoró luego en la Segunda División española. Con la camiseta del conjunto andaluz hizo 43 dianas en 84 encuentros, llevando a los indálicos a Primera y siendo traspasado por 20 kilos a la Real, en 2022.

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