El partido lo recordará por mucho tiempo cualquier aficionado de la Real Sociedad, por aquello de su inusual fecha. Se jugó el pasado 31 de diciembre de 2022, y enfrentó en Anoeta a los txuri-urdin con Osasuna. Perdura en las memorias el encuentro en sí mismo, pero quizás no tanto las circunstancias clasificatorias en las que se disputó, porque aquel derbi, ahí donde lo vemos, significó un duelo directo por Europa, al menos en el momento en que se disputó. Los de Imanol Alguacil habían vivido desde la tercera plaza el largo parón mundialista. Los de Jagoba Arrasate, mientras, lo habían hecho desde la séptima posición, pero a solo tres puntos de la escuadra guipuzcoana. Si ganaban en Donostia, le empataban en la tabla.
La Real se llevó el gato al agua con goles de Brais y Sorloth (2-0). Ambos equipos no volvieron a estar tan cerca en la clasificación durante todo lo que restaba de Liga. Pero el desenlace del campeonato, con Champions txuri-urdin y Conference rojilla, vino a acreditar el nivel de un encuentro que este sábado se repite en idéntica fase del torneo, la 15ª jornada, aunque esta vez en El Sadar y con el conjunto navarro bastante peor situado. Mientras el equipo de Imanol presenta un déficit de solo un punto respecto a la última Nochevieja (de 26 a 25), Osasuna tiene nueve menos que a estas mismas alturas del pasado ejercicio. ¿Por qué? Puede explicarse desde el análisis de diversos factores.
Causas de todo tipo
causas de todo tipo Comencemos apuntando a lo más evidente: el calendario. El derbi de este sábado enfrenta a Osasuna con el único equipo de entre los nueve primeros clasificados, la Real, al que no se ha medido aún. La agenda de los rojillos en el arranque del campeonato ha resultado potente, pues en catorce partidos han jugado ya contra Real Madrid, Girona, Atlético de Madrid, Barcelona, Athletic, Betis, Getafe y Valencia. Es decir, contra casi toda la zona alta de la clasificación. No queda ahí la cosa, pues el conjunto de Jagoba Arrasate también se ha enfrentado a Sevilla y Villarreal, equipos que no han empezado bien la Liga pero que cuentan con plantillas de muchísimo nivel. Ante rivales de situación más discreta, mientras, Osasuna se ha mostrado bastante fiable, con victorias ante Celta, Alavés y Granada (también ganó en Mestalla).
La exigente lista de rivales, en cualquier caso, no lo explica todo. A Osasuna también le están penalizando determinados detalles que, de no haberse producido, permitirían a los rojillos disfrutar de una mejor situación. Ahí quedan, por ejemplo, las controvertidas decisiones arbitrales que el equipo navarro sufrió en El Sadar contra Barcelona y Atlético de Madrid. Y cabe mencionar también el tremendo acierto que los de Jagoba han encontrado últimamente en los porteros rivales. Sus dos encuentros más recientes les han medido a Las Palmas en casa (1-1) y a Villarreal fuera (3-1). Pues bien, entre Álvaro Valles y Filip Jorgensen desbarataron en ellos entre cinco y seis muy claras ocasiones osasunistas, mediando más aciertos de ambos metas que errores de los atacantes. Ese bagaje parcial de un punto se antoja escaso para los merecimientos del rival txuri-urdin, más allá de los problemas futbolísticos que este pueda sufrir.
Y es que, en este último sentido, hay que indicar también que el equipo de Jagoba viene presentando algunas carencias, principalmente en materia defensiva. Mantiene con regularidad y cierta eficacia sus características identitarias: es una escuadra intensa, con gusto por jugar en campo rival, tendente a enviar muchos centros al área y que suma año tras año juego interior a su amalgama. Sin embargo, concede algo más al rival y, pese a la continuidad de una idea tan asentada, se hace igualmente imposible disociar la falta de resultados (no gana desde el 20 de octubre) de la salida de Abde (Betis) y del bajo momento de Chimy Ávila. Entre ambos sumaron 14 goles el pasado curso. En el actual, mientras, el argentino solo ha podido hacer uno.
DOS CASCANTINOS FRENTE A FRENTE
Cascante, localidad de la Ribera navarra ubicada a once kilómetros de Tudela, suma en torno a 3.800 habitudes, una población muy similar a la Zestoa, a escala guipuzcoana. Llama la atención, así, que un municipio con representación tan reducida aporte dos futbolistas al derbi, uno por cada bando, apuntando ambos a titulares. Álex Remiro defenderá la portería de la Real. Y Jesús Areso, mientras, sería el lateral derecho de Osasuna, asentado en la demarcación tras su cesión en el Burgos el pasado curso.