El sorteo de la fase de grupos de la Champions ha sonreído a los aficionados de la Real. Más allá del apartado futbolístico, en el que pese a esquivar el grupo de la muerte al conjunto de Imanol le espera una liguilla difícil pero ilusionante que le dará pie a competir, los aficionados podrán disfrutar de tres ciudades con un gran atractivo turístico y con conexiones bastante sencillas, por lo que se espera que la hinchada viaje en masa aprovechando la máxima competición europea de clubes. Lisboa, Milán y Salzburgo parecen destinos asequibles y más que atractivos para, con la excusa del fútbol, disfrutar de unos días con encanto.
Salzburgo, la cuna de Mozart
Salzburgo es una vieja conocida de la hinchada realista, que ya visitó la ciudad natal de Mozart en la 2017-2028, quedando entonces la Real apeada de la Europa League. Sin embargo, este rincón austríaco bien merece entrar en la agenda del aficionado.
La ciudad está dividida en dos por el río Salzach y cuenta con un precioso casco histórico peatonal en la margen izquierda. Sus callejuelas de postal y sus enormes plazas (Alter Markt o Plaza del Mercado, y la Kapitelplatz) son de visita obligada. También su catedral, que data del año 767 y en la que destacan sus cúpulas de color turquesa. Además, su interior es impresionante y la entrada es gratuita. Está ubicada en la impresionante plaza Residenzplatz, la más importante de la ciudad, que cuenta con una hermosa fuente barroca situada en el centro de la plaza.
Dentro del caso histórico merece la pena perderse por la calle Getreidegasse, una arteria comercial conocida por sus edificios antiguos con carteles de hierro forjado. En el número 9 se encuentra la casa natal de Mozart, hoy convertida en museo (11 euros). Además, en Makartplatz 8 se encuentra la casa residencial de la familia Mozart (11 euros, 18 euros la entrada combinada de ambas).
La fortaleza de Hohensalzburg fue construida en 1077 y es la mejor conservada de Europa. Subir hasta aquí bien merece la pena solo por poder disfrutar de las vistas que ofrece de la ciudad. Se puede acceder andando (ármese de paciencia) o en funicular, que se coge en Kapitelplatz.
Otro punto desde el cual se obtienen unas magníficas vistas de la ciudad es la colina Kapuzineberg, en la margen derecha del río, donde se encuentra el monasterio de los Capuchinos. Desde aquí dicen que se observan los mejores atardeceres de la ciudad, aunque para eso se necesita que el tiempo acompañe.
En pleno centro, junto a la abadía de San Pedro se encuentra el cementerio Petersfriedhof, uno de los más antiguos de Europa. Con tumbas pintorescas y catacumbas excavadas en la montaña, en un lugar que bien merece dedicarle un poco de tiempo.
El palacio Mirabell y sus jardines (gratuitos) también son una de las postales más típicas de la ciudad.
Para los amantes del turismo culinario, la cervecería de los agustinos (Augustiner Bräu Salzburg) es un lugar de obligada parada antes de dejarse caer, una vez cierre el establecimiento a las 23:00 horas, por el pub irlandés Shamrock, que tan buenos recuerdos dejó a la afición realista en 2018…
Al estadio en Salzburgo
- A pie. La afición realista bien recordará que el Red Bull Arena de Salzburgo queda lejos del centro neurálgico de la ciudad. En concreto, a más de cuatro kilómetros que primero bordeando el río y después ya por los barrios de Mülln y Taxham.
- La opción del transporte público es recomendable, ya que en días de partido y con entrada para ir a verlo, la red suele ser gratuita desde seis horas antes del choque y hasta el último servicio de la jornada. Así, las líneas 1 y 28 de autobús pasan junto al Red Bull Arena
- El tranvía (S-Bahn). Sirve en cualquiera de sus tres líneas que pasan por la estación central o la de Salzburg Mülln-Altstadt con destino a Freilassing, puesto que tienen parada en Taxham, a unos 15 minutos a pie del estadio. A medio camino entre la estación y el estadio hay un gran centro comercial, Europark, que puede ayudar a realizar el trayecto a cubierto caso de lluvia…
- Como en el resto de desplazamientos, se recomienda seguir los consejos de seguridad que tanto la Ertzaintza como la Policía austríaca emitirán para la afición visitante en cuanto a zonas de la ciudad a evitar.
Qué ver en Salzburgo
N.G.
Lisboa, el destino más cercano
Lisboa es probablemente el destino más sencillo al que llegar, ya que además de contar con vuelo directo desde el aeropuerto de Loiu, los 917 kilómetros que la separan de Donostia pueden fácilmente salvarse en coche.
La capital de Portugal es una ciudad estupenda para disfrutar de unos días de turismo. Eso sí, lleva calzado cómodo porque sus empinadas cuestas y sus calles adoquinadas acaban pasando factura al acabar el día.
Toda visita a Lisboa debe arrancar en la Plaza del Comercio, una neurálgica explanada flanqueada por el río Tajo a un lado y la Via Augusta, la principal arteria comercial de la ciudad, en el otro extremo. La plaza de Rossio o Don Pedro IV, con su magnífica estación de tren, y la plaza dos Restauradores están también en esta zona. Si quiere ver cómo queda una gran iglesia del siglo XIII tras varios terremotos y un incendio, no deje de visitar la iglesia de Santo Domingo, en la trasera de una de las esquinas de la plaza de Rossio. Cerca también podrá tomarse un típico café portugués en establecimientos de época como Figu’s, en la plaza da Figueira.
Podrá tomar uno de los ascensores que hay en Lisboa, como el de Santa Justa, para acceder al Bairro Alto, por donde pasear al atardecer y dejarse caer por algún local de fado.
Al estadio en Lisboa
- Metro, la mejor opción. La línea A (azul) dirección Reboleira recorre todo el centro desde la estación de Santa Apolónia es la mejor para acercarse desde la zona la plaza de Comercio, Baixa-Chiado, Cossío y Restauradores hasta el Estádio Da Luz, que tiene dos paradas en sus cercanías: la primera en destino al campo, la de Alto dos Moinhos, y la siguiente, la de Colégio Militar/Luz. Desde la plaza Rossio hasta el campo de fútbol hay una caminata de casi hora y media por las principales avenidas como Libertade, Augusto de Aguiar, Combatientes y Lusíada.
- Como en el resto de desplazamientos, se recomienda seguir los consejos de seguridad que tanto la Ertzaintza como la Policía de Portugal emitirán para la afición visitante en cuanto a zonas de la ciudad a evitar.
En esta zona de la ciudad, el mirador de San Roque ofrece unas vistas privilegiadas, antes de llegar al Convento do Carmo, muy peculiar al mantenerse únicamente su fachada (no tiene tejado y actualmente es un museo). El Bairro Alto es uno de los lugares obligados para la marcha nocturna en Lisboa, donde viven miles de estudiantes. Calles como la de Diário de Notícias, la rúa do Norte o la rúa da Barroca y las aledañas rebosan vitalidad por las noches.
Alfama y sus estrechas callejuelas, también merecen dedicarle varias horas. El tranvía 28 hace recorridos circulares por sus calles y se ha convertido ya en una de las atracciones turísticas de la ciudad. En pleno barrio se encuentra la catedral (Sé de Lisboa), un edificio de estilo románico cuya fachada está flanqueada por dos torreones, dándole aspecto de fortaleza medieval.
A escasos metros, los miradores de Santa Lucía y Portas do Sol ofrecen bellas instantáneas de la ciudad y el río Tajo.
Otra de la vista más preciada de la ciudad es la que ofrece el Castillo de San Jorge, una fortaleza del siglo V, enclavada en la colina más elevada de Lisboa.
Otro de los imprescindibles de Lisboa es el barrio de Belém, famoso por sus conocidos pastelitos de nata o pasteis de Belém. La torre de Belén, el monumento a los Descubridores o el monasterio de los Jerónimos son algunos de los atractivos de esta zona de la capital lusa.
Qué ver en Lisboa
N.G.
Milán, una ciudad de moda
Comunicada por vuelo directo con Vitoria, Milán es conocida, entre otras cosas, por ser un referente en el mundo de la moda, pero como cualquier otra ciudad italiana, su arquitectura y sus galerías de arte bien merecen una visita.
La plaza del Duomo es el centro neurálgico de la ciudad. La catedral, una joya de estilo gótico y una de las mayores catedrales del mundo, es la primera parada obligada. Las vistas desde su terraza (se puede acceder en ascensor o subiendo las escaleras) son muy recomendables.
A escasos metros se encuentra la Galleria Vittorio Emanuele II, una de las galerías comerciales más bonitas del mundo. Aunque no es apta para presupuestos bajos, bien merece pasear por ella.
Desde aquí se accede a la Plaza de la Scala, una de las más animadas de la ciudad, donde se encuentra el teatro del mismo nombre.
Via Dante es una de las principales arterias de la ciudad. Se trata de una calle llena de tiendas, cafés y restaurantes que da acceso al Castillo Sforzesco (actualmente alberga un museo de arte).
Qué ver en Milán
N.G.
Para los amantes de las comprar, el cuadrilátero de la moda (Via Montenapoleone y la Via della Spiga) alberga las boutiques de las grandes firmas. Corso Vitorio Emanuele II es una zona comercial para presupuestos más ajustados.
Al igual que en Salzburgo, el cementerio monumental bien merece una visita, ya que es todo un museo al aire libre con piezas arquitectónicas realmente sorprendentes.
Siguiendo con el arte, Santa Maria delle Grazie es otra parada obligada para aquellos que quieran ver la obra La última cena de Leonardo da Vinci, si bien es necesario reservar con antelación.
La Basílica de San Ambrosio es otra opción para los amantes de la cultura.
Al estadio en Lisboa
- Ferrocarril. Dos opciones para llegar a San Siro por vía de ferrocarril. Por un lado, las paradas de la Piazza Axum y la propia del estadio, a la que llega la línea 16 del tranvía (paradas en Duomo o la próxima Piazza Cordusio). Por el otro lado, el metro, que necesita de un transbordo para llegar desde la zona neurálgica hasta el estadio, que solo tiene la línea 5, entre Bignami y el propio San Siro. La estación de Lotto es la óptima para realizar el cambio de línea, entre la 1 y la citada 5.
- A pie. Algo más de hora y cuarto desde la piazza del Duomo hacen muy poco atractiva esta opción.
- Como en el resto de desplazamientos, se recomienda seguir los consejos de seguridad que tanto la Ertzaintza como los carabinieri emitirán para la afición visitante en cuanto a zonas de la ciudad a evitar.