El aficionado donostiarra agredido en Soria sigue en coma y muy grave

Ion Aranburu, el donostiarra que recibió una paliza en las horas previas al Numancia-Cornellà, continúa en coma y su estado es muy grave. La agresión se produjo el 26 de mayo, por lo que el pasado sábado se cumplieron dos semanas desde que ingresara sin conocimiento en la UCI del hospital de Burgos. El guipuzcoano se desplazó hasta Soria para acompañar a un buen amigo catalán, con el que trabajó muchos años y este a su vez había viajado para apoyar al conjunto cornellanense, cuando se vio sorprendido por un ataque y una encerrona en mitad de la calle sin mediar provocación por parte de un grupo fascista.

La Policía no ha encontrado a los responsables de propinarle los golpes, por lo que los familiares y amigos de Aranburu exigen “que se aclare todo lo sucedido y que se identifique a los autores de este ataque fascista. Hemos convocado una concentración el jueves 15 a las 20.00 horas en la plaza Gascuña del barrio del Antiguo para mandarle toda nuestra fuerza y todo nuestro ánimo. Os animamos a participar”. 

Al parecer, ese mismo día la Policía Nacional hizo dos detenciones del grupo asaltante, pero les soltaron sin cargos importantes. Aranburu fue rescatado del suelo y, cuando se percataron de la gravedad de sus lesiones, los primeros auxilios no dudaron en enviarle directamente a Burgos, donde se encuentra el hospital de referencia de la zona, en el que se ingresa a los pacientes que revisten mayores problemas y donde están acudiendo la familia y las amistades cercanas a visitarle 

La grada Aitor Zabaleta ya mostró una pancarta de apoyo al herido en el último encuentro de Liga ante el Sevilla con el lema: “Eutsi gogor Ion”. Aranburu es un conocido seguidor txuri-urdin de los que no falla en Anoeta y de los que ha seguido al equipo en muchos desplazamientos. En esta ocasión estaba cumpliendo con un compromiso con un amigo y en ningún momento se produjo ni el más mínimo enfrentamiento ni ninguna confrontación, ya que los seguidores del Cornellà que se desplazaron hasta la capital numantina eran un número menor al centenar y en su gran mayoría familias pese a que su equipo se jugaba el descenso a una carta. De hecho, ganó y el que descendió a 2ª RFEF fue precisamente el Numancia tras perder 1-2.

Sus amigos y familia piden justicia y se juntarán para apoyar a Aranburu en la concentración del jueves en la plaza Gascuña.

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