El culebrón Le Normand se está convirtiendo en las ramas que no nos dejan ver el bosque que sería el mercado. A la espera del acuerdo con el Atlético de Madrid, que por mucho que corran algunos aún no parece haberse rubricado y que se antoja inevitable por las buenas relaciones entre ambas directivas y el deseo de los agentes del futbolista, desde el Metropolitano filtran de forma interesada que el acuerdo está cerrado en 28 millones de euros y desde Anoeta hacen lo mismo por su cauce habitual de que, a día de hoy, ya estamos en 35 más variables (y eso que habíamos empezado en 40).
Al final, cuando se selle la entente, ambas partes tendrán que dar explicaciones a sus socios. Unos porque creen que pagan demasiado y otros porque la cifra no se corresponde con la que se debería abonar por su mejor defensa, titular de la selección española y transferido, además, a un rival directo.
Robin Le Normand, en la concentración de la selección española. J.J.Guillen
Mientras la afición txuri-urdin suspira por la aparición de un equipo de la Premier que encarezca el producto y evite la marcha de Robin a otro candidato europeo poco apreciado para esta campaña en la Liga, lo mejor es esperar a que se cierre la negociación y las dos partes se vean obligadas a contar las verdades sobre las dichosas cifras.
Mercado parado
El resto de los posibles movimientos en otras demarcaciones parece paralizado, como la incorporación de Sergio Gómez, aunque en realidad la disputa de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, torneo en el que participará el de Badalona, mantiene bastante anestesiado todo el mercado.
Lo más sorprendente es que por ahora la Real Sociedad no parece demasiado preocupada por reforzar y renovar su ataque cuando su clasificación para Europa por quinto año consecutivo fue catalogada por muchos como casi milagrosa dado que sus delanteros centros solo lograron en toda la temporada la paupérrima marca de 10 tantos (André, 4; Sadiq, 3; y Carlos, 3). Sin obviar que el galáctico de guardia que vale para todo Mikel Oyarzabal volvió a ser quien sacó las castañas del fuego al conseguir 14 dianas.
Al despiste
Al término de la pasada temporada, Roberto Olabe declaró inesperadamente que “ahora mismo no pensamos en fichar arriba. Nuestros delanteros son Sadiq y Mikel. Queremos jugadores versátiles como Oyarzabal. Tenemos que cuidar nuestros valores, Sadiq ha pasado un año muy difícil. Mikel, Sadiq y Carlos (incluso de primeras se le olvidó citarlo en su comparecencia y su continuidad es una incógnita que no puede resolver ni él ni el club; tampoco se refirió a Karrikaburu) son los delanteros en los que hemos confiado a través del tiempo. Tenemos que construir la mejor posición de 9 posible partiendo de nuestros jugadores”.
Olabe es bastante trilero cuando comparece ante los medios y suele escudarse en medias verdades, pero sería difícil de comprender que la Real arriesgase tanto sin traer un refuerzo para la delantera. El director de fútbol estaba obligado a no menospreciar a Sadiq, porque lo depreciaría en el mercado. Nadie lo reconoce públicamente, por motivos obvios, pero el nigeriano es una patata caliente para la Real, ya que su presencia, su ficha y el precio que se pagó por él condicionan cualquier fichaje que se pueda hacer.
Salida enrocada
El delantero no quiere seguir en Zubieta y así se lo ha confirmado, porque sabe que lo tiene complicado, pero tampoco quiere marcharse de la Liga ni piensa aceptar cualquier oferta que le llega como la del Getafe, al que ya le ha dicho que no. En las últimas semanas se ha hablado de muchos otros equipos que estarían interesados, pero la realidad más bien es que son sus propios representantes los que están dando una vuelta por todo el país ofreciendo sus servicios.
Su situación está enrocada a día de hoy y su presumible salida pinta a ser la habitual que se puede resolver a última hora, cuando aparecen las urgencias en los clubes, pero esto supone un serio contratiempo a una Real que quizá se vea obligada a mover ficha antes de su marcha…