Nada nuevo por Salzburgo en el mejor equipo filial del mundo. El Red Bull lidera la Bundesliga austríaca y da la talla en la Champions League pese a haber perdido durante el verano a jugadores muy importantes y cuyo nivel evidencian las cantidades abonadas por los clubes compradores. La pareja de delanteros compuesta por el esloveno Sesko (fichado por el Leipzig a cambio de 24 millones) y el suizo Okafor (al Milan por 14 kilos) ya es historia, igual que el centrocampista austríaco Seiwald (del propio Leipzig a cambio de 20 millones) o el portero Kohn (por quien el Mónaco pagó 8). Sumando otras transacciones menores, la entidad vendió por 72 kilos para comprar por apenas 18, cifras muy significativas en cuanto a la filosofía del proyecto.
Sucede en cualquier caso que, como ya hemos indicado, el equipo sigue haciendo bien las cosas sobre el verde, básicamente porque la reducida inversión en fichajes no tiene por qué significar una merma del nivel futbolístico. El Salzburgo firma bien. Y barato. Mads Bidstrup, centrocampista danés procedente del Brentford inglés, y Aleksa Terzic, lateral izquierdo ex de la Fiorentina, están siendo titulares con una escuadra que se ha reforzado igualmente repescando a futbolistas cedidos en otros clubes. Por ejemplo, el delantero croata Roko Simic, hijo del mítico Dario (ex defensa del Milan) y prestado entre enero y junio en el Zúrich suizo.
Es cierto que el equipo sufrió el pasado curso para ganar una liga que peligraba en la antepenúltima jornada, cuando el Sturm Graz ganaba momentáneamente en Salzburgo (0-1 y 2-1 final). Y es cierto también que en el presente torneo han volado algunos puntos. Pero el adversario txuri-urdin acredita un muy buen nivel que suele permitirle bajar algo el pistón en el torneo local.