Después de Los 6.000 de Manchester, el libro de los viajes realistas por Europa ya tiene otro capítulo peculiar: Los 109 de Belgrado. Poco más de un centenar de hinchas realistas se han desplazado hasta la capital serbia con motivo del Maccabi-Real de este jueves, partido que muchos han aprovechado como excusa para conocer el país balcánico.
El choque de este jueves merecerá su propio apartado en la historia realista. Con mucho optimismo en lo deportivo entre los realistas con los que hemos podido departir por las calles de Belgrado, coinciden en una circunstancia: la tristeza por el ambiente, con pocas camisetas realistas en una ciudad que ni sabe que a las 18:45 horas acoge un partido de Europa League en el campo del Partizán.
Más que en el punto de encuentro oficial establecido, la hinchada realista se ha dejado ver en las murallas de la ciudad, donde se han encontrado con aficionados del Maccabi (algunos apuntan a 700; las estimaciones hablan de 200) y en el templo de San Sava, la iglesia ortodoxa más grande de los Balcanes (caben 10.000 personas) y cuya construcción, a base de donaciones, aún no ha terminado. Como la Sagrada Familia de Barcelona.
“Un viaje casi perdido”
Fuera, el comentario generalizado era lo especial de un viaje al que solo 109 aficionados realistas, muy optimistas en cuanto a lo deportivo, se han apuntado. Algunos de ellos, habituales de los viajes europeos de la Real, se muestran molestos por la “poca ayuda” del club por una salida que consideran casi “un viaje perdido, porque Belgrado es una pasada, lo bien que se come, el ambiente que hay…”.
La respuesta al malestar la dio el propio presidente, Jokin Aperribay, que el miércoles no se anduvo con rodeos al señalar que la entidad de Anoeta no quería “promocionar la participación de aficionados de la Real en el partido de este jueves”.
“No cabe duda que vamos a Belgrado a jugar un partido, donde nuestros aficionados tienen que tener cuidado. No queremos que ningún aficionado se vea envuelto en un problema que se considere normal en su hábitat natural”, expresó Aperribay sobre un viaje difícil en lo organizativo, como lo había sido el de Niza: “La Policía francesa nos avisó de que en Niza alrededor de los partidos había habido problemas, así como en Marsella, y que tuviésemos cuidado con el desplazamiento de aficionados y la seguridad”.
Los aficionados de la Real Sociedad ya están en Belgrado
N.G.
La Real, muy preocupada por su afición
En el seno del club realista existe preocupación por el desarrollo del partido. Hasta tal punto que este mismo jueves ha remitido un correo electrónico a los 109 desplazados en el que les traslada que “la Policía local de Belgrado nos ha informado de que actuará con el máximo rigor ante aquellos aficionados que muestren actitudes inadecuadas con motivo del partido de esta tarde”.
Nadie lo concreta, pero en las “actitudes inadecuadas” se ajustan las iniciativas en solidaridad con el pueblo palestino, ante las que la Policía local ha prometido firmeza. Desde el club realista, que tiene “firme voluntad de que no suceda nada que pueda causar problema alguno a los realistas que estáis en Belgrado”, temen que las consecuencias vayan hasta desalojar a todos los seguidores blanquiazules del campo.
Ya el propio presidente realista, se anticipó el miércoles y antes de que el vuelo chárter volara desde Pamplona, lanzó su deseo del final de la guerra, y dos mensajes en apoyo al pueblo palestino y en solidaridad con las víctimas del ataque de Hamás el 7 de octubre.