En el entorno deportivo, es común escuchas comentarios relacionados con la importancia de la mentalidad ganadora, y con toda razón. Si bien el dominio de la técnica y las condiciones físicas tienen que ver mucho en el desempeño, de poco sirven cuando no existe un equilibro a nivel mental y emocional. 

De acuerdo a lo que podemos apreciar en el sitio web oficial de la Academia de Alto Rendimiento, no importa si se trata de un deportista amateur o un atleta de élite, la psicología deportiva representa un aliado fundamental para alcanzar el máximo desempeño, ya que elimina las barreras que limitan nuestra mente.

¿Qué es la fortaleza mental en el ámbito deportivo? 

Desde el punto de vista de los deportistas, la fuerza mental se define como el impulso que permite continuar, en los momentos de cansancio o cuando el cuerpo es llevado hasta sus límites. 

De esta forma, ser fuertes mentalmente supone la oportunidad de dar el esfuerzo extra capaz de cambiar el resultado final y hacernos sentir orgullosos de nuestro desempeño. 

Importancia de ser mentalmente fuertes

La mentalidad fuerte es una pieza clave en el deporte, implica la convicción de que somos capaces de enfrentar y superar los desafíos, sin importar lo fuerte que sean. Asimismo, significa entender que los resultados dependen del empeño puesto en los objetivos. 

Asimismo, brinda la oportunidad de convertirnos en nuestro propio punto de apoyo. De esta manera, cada logro se convierte en motivo de orgullo y representan la superación personal, por consecuencia, es posible sentirse pleno.  

Contrariamente, la debilidad mental levanta una barrera que impide avanzar, contribuye a perder el enfoque y desvía del camino trazado hacia la meta. No basta soñar con el éxito, es necesario trabajar para alcanzarlo y establecer una estrategia basada tanto en la determinación, como en el compromiso.  

Factores que identifican la fortaleza mental 

En general, las personas de mente fuerte se caracterizan por la gestión lógica de las emociones. Esto implica enfocarse en la realidad, en lugar de los sentimientos que desencadenan ciertas situaciones. 

El análisis racional permite identificar los aspectos que deben mejorarse, de esta manera, evitamos que la malas experiencias o fracasos, se conviertan en frustración. 

Igualmente, queda atrás el pensamiento extremista, la autopercepción del desempeño va más allá de ser “bueno” o “malo”. El desempeño se mide a partir de cuatro criterios básicos: condición física, cumplimiento del plan táctico, manejo de la técnica y preparación mental. 

De esta forma, es posible realizar una evaluación personalizada y ajustar el entrenamiento en función de los aspectos que requieren ser mejorados. Asimismo, otras características que definen a la fortaleza mental son: 

Respeto por los competidores 

Las personas de mente fuerte no denigran al adversario, de igual modo, evitan la errada tendencia de utilizar aquello que no les gusta, como excusar para justificar su propio desempeño o los resultados de la competencia. 

Contrariamente, la actitud de los deportistas o atletas mentalmente débiles condena aquello que no se permiten ser, un camino que los conduce directo hacía autopercibirnos como víctimas. Poco a poco, comienzan a negar sus responsabilidades, pierden la capacidad de adaptarse a los desafíos y esperan que los demás cambien.

No permitir que el temor tome el control de la situación 

Aunque es normal sentir temor al momento de enfrentar competiciones importantes, el miedo a perder no debe superar al deseo de ganar. La determinación se convierte en el instrumento para neutralizar a la presión y alimentar las ansias de alcanzar el éxito. 

Durante las terapias de psicología deportiva, los deportistas y atletas entienden que el ser humano consigue su máximo desempeño en dos escenarios: cuando tienen la certeza de algo, y cuando se animan a emprender la aventura, a pesar de la incertidumbre y de sus propios temores. 

Convertir los errores en aprendizaje 

La vida es un proceso constante de aprendizaje, donde fallar y saborear la derrota son dos cosas inevitables tarde o temprano. La clave radica en asumir los errores como una oportunidad para aprender y mejorar.  

Se trata de convertir el revés tanto en algo positivo a largo plazo, como en una fuente de motivación e impulso hacia el alcance de los objetivos. Analizar los factores que condujeron al resultado y no quedarse atrapados en lo que pudo pasar o transformarlo en un evento traumático que 

Sentir alegría por el éxito de otros 

Las personas estables psicológica y emocionalmente no sienten envidia por el triunfo de los demás, todo lo contrario, aunque pueda pasar por la cabeza el pensamiento de “me hubiese gustado estar en su lugar”, se hace desde la alegría. 

De esta manera, el subconsciente convierte el deseo en fuerza de atracción hacia eso que el otro está experimentando, y no en algo negativo. Sin ningún esfuerzo, recibimos una dosis natural de inspiración capaz de conducir directo a la victoria. 

¿Cómo aumentar la fortaleza mental?

Lo primero que debemos entender es que la fortaleza mental no es una habilidad nata, sino que se desarrolla con esfuerzo y dedicación. En este sentido, conviene buscar ayuda especializada

Durante las terapias que ofrecen los especialistas en psicología deportiva, tenemos la oportunidad de aprender las técnicas y herramientas necesarias para:

Trabajar en el incremento de la autoconfianza : confiar en nosotros mismo implica tener fe y creer en las propias capacidades. El enfoque no está puesto directamente en un único resultado, sino en todo lo que hemos avanzado, con la convicción de que podemos llegar todavía más lejos.

Controlar las emociones : debemos evitar la tendencia a necesitar validación de otros, así como de dejarse arrastrar por lo que estamos sintiendo, sean experiencias positivas o negativas.

Dar al triunfo el valor que merece : en ocasiones, terminamos saboteando nuestro mérito. Es igual de equívoco asumir que somos malos por fallar, que decir que ganamos por cuestión de suerte o sentir que no lo merecemos.

Creer en las habilidades : la autoestima supone creer en la capacidad de vencer. Confiar en las posibilidades derriba los miedos y limitaciones que abundan en la mente e impiden alcanzar el máximo potencial.

Visualizar la meta : de acuerdo a la psicología deportiva, debemos preparar al cerebro tanto para la victoria como para los posibles imprevistos. De esta manera, nuestra mente estará lista para cualquier escenario antes de emprender el desafío

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *