La aficionada de la Real Sociedad que resultó herida el pasado martes por el impacto en la cabeza de un proyectil, en la carga que efectuó la Ertzaintza cerca de la torre de la avenida de Madrid, minutos antes del partido ante el PSG, ha recibido el alta y ya se encuentra en su hogar con su familia. En principio su evolución está siendo muy buena aunque todavía le tendrán que hacer un TAC en las próximas fechas y, por supuesto, deberá pasar las pertinentes revisiones en neurología para revisar el hematoma que padece en el conducto auricular de su oído izquierdo.
Como recordarán, el pasado viernes abandonó la UCI del Hospital Donostia tras someterse a un electroencefalograma que dio buen resultado y pasó a la planta de Neurología.
Reconstrucción
Este periódico ha podido confirmar que este miércoles por la mañana la Ertzaintza que ya anunció la apertura de una investigación, ha efectuado una reconstrucción de los hechos para lo que incluso ha cortado el paseo de Errondo donde se produjeron los hechos. Por otra parte el abogado de la familia está ultimando la denuncia que presentará en las próximas horas en la comisaría pertinente de la policía autónoma
Amaya y Joseba han ido a dar la gran sorpresa al acudir al colegio a buscarle a su hijo Aingeru que este viernes volverá a llevar su bandera de Japón a Anoeta en el partido ante el Cádiz para intentar cumplir su sueño de que Kubo se fije en él en la grada familiar y le entregue su camiseta.
Los hechos
Los hechos sucedieron el pasado martes, cuando hicieron acto de presencia los cerca de mil ultras del PSG en los aledaños de Anoeta enjaulados por el dispositivo de seguridad. Esta mujer, que se encontraba en ese momento sola en mitad de la mediana que separa el Paseo de Errondo, recibió un fuerte impacto en la cabeza a la altura de la oreja y desde unos 30 metros de distancia (ya no lanzan pelotas de goma, son balas FOAM que, en teoría, resultan menos lesivas).
Y, aunque en un principio llegó a entrar en el estadio para asistir al partido, viendo su estado tuvo que ser trasladada, primero al Hospital del Bidasoa cuando iba de vuelta a casa con su familia; y luego, dada la gravedad que revestían sus heridas, al Hospital Donostia, donde ha permanecido hospitalizada.