La lucha de la familia Novoa continúa. Según ha podido saber NOTICIAS DE GIPUZKOA, la Audiencia Provincial ha ordenado a la jueza que debe abrir diligencias y hacer la instrucción en el caso de Amaya Zabarte como no podía ser de otra manera después de que las imágenes de vídeo y fotografías “demuestran la evidencia” que recibió el impacto de una bala foam y chocan frontalmente” con el atestado de la Ertzaintza.
El 28 de octubre era la fecha fijada por el tribunal y la decisión de los jueces se ha hecho esperar algo que ha mantenido a la familia con el lógico estado de nerviosismo debido a la incertidumbre. Después de todos los disgustos y decepciones que se han llevado desde el día de autos, no las tenían todas consigo a pesar de que el soporte videográfico evidenciaba que la Ertzaintza había actuado de forma negligente al cargar de forma innecesaria, disparar balas de foam y, lo que es peor y más grave, uno de sus agentes le había propinado una patada a Amaya Zabarte cuando se encontraba herida de gravedad en el suelo.
En el pasado mes de mayo, la jueza sobreseyó la denuncia y el posterior recurso interpuesto por la familia Novoa “por falta de autor conocido”. Su abogado, Iker Sarriegi, señaló en tono pesimista a este periódico que se trataba de una “estrategia de ingeniería judicial consensuada para organizar su defensa. La Ertzaintza, que es la imputada, tiene todo y la defensa no tiene nada porque no hemos podido acceder a nada durante dos meses y medio que ha pasado. La verdad es que esto no tiene buena pinta por todos los movimientos que están llevando a cabo”.
Como recordarán, los hechos se produjeron en los prolegómenos del encuentro entre la Real y el PSG correspondiente a la vuelta de los octavos de la Champions League. Tras recibir el violento impacto en la sien que no le provocó ninguna erosión, le ingresaron de urgencia en la UCI con “una hemorragia subdural con dos fracturas de cráneo. El neurocirujano me confesó que en las primeras horas dudó en operar porque había riesgo de muerte”.
Posible cambio de policía
Aunque ya se ha descartado la intervención, le han quedado secuelas que no se descartan que sean de por vida, tal y como desvelaba Amaya en una entrevista concedida a este periódico: “Alguna puede haber, sí, pero no se sabe porque médicamente es poco tiempo para una lesión tan grave que he tenido con riesgo de muerte. No me las dicen porque no se puede saber, pero hay posibilidad de que me canse más mentalmente y físicamente, de que los dolores de cabeza sean para siempre, de que los problemas en el habla sigan apareciendo de vez en cuando… He perdido palabras que antes conocía y ahora no las recuerdo, tartamudeo mucho… No se sabe hasta qué punto voy a poder recuperar eso del todo. según la última resonancia de control a los siete meses de la agresión, unas microhemorragias crónicas. Es una mala zona porque está cerca de la arteria cerebral. Puedo decir que he tenido suerte”.
La herida solo reclamaba justicia y que nadie tenga que pasar por el calvario que ha padecido: “Yo quiero que se investigue y se abra el caso. Hay información suficiente como para abrir una investigación seria. Y luego lo que la justicia determine. No quiero que le vuelva a pasar a nadie”.
La jueza deberá determinar qué policía investiga el caso y la familia Novoa confía en que, “viendo las evidencias”, prefiere que sea otro cuerpo distinto a la Ertzaintza al no haberse sentido “respetada” durante todo este proceso que se inició en el pasado mes de marzo.