La Grada Familiar pide respuestas a la Real: “No estoy segura de ir a Anoeta”

No estoy segura de ir a ver a la Real”. La situación que se generó durante la primera parte del primer partido de la Real esta temporada en casa en Europa League muchos tardarán en olvidarla. Sobre todo, los y las integrantes de la Grada Familiar, con muchos menores de edad que tuvieron que sufrir los graves incidentes protagonizados por un grupo de ultras del Anderlecht.

Numerosos comercios y colegios ubicados en los alrededores de Anoeta adelantaron su horario de cierre, mientras que la Ertzaintza desplegó un amplio dispositivo de seguridad para escoltar a los 300 ultras belgas por la ciudad. Los problemas más graves sucedieron ya en el interior del Estadio de Anoeta.

«Sillas cortadas, que son como un cuchillo»

«Han roto el metacrilato y han empezado a tirar hasta sillas. Sillas cortadas, que son como un cuchillo», explica el periodista David Juanmartiñena en unas declaraciones para el programa El Partidazo de Cope. Juanmartiñena mostraba su incomprensión primero por la decisión de juntar a los ultras en el Centro de la ciudad: «No es de recibo que, habiendo tantos expertos en comités de Seguridad o Antiviolencia, se junten y decidan que lo mejor es que pongan a estos energúmenos en el centro de Donostia«.

Además, considera que las medidas de seguridad beneficiaron a los ultras. «Nos han enjaulado a nosotros, no a ellos», ha lamentado el periodista, que en esa misma línea ha cuestionado el trato a la afición txuri-urdin cuando viaja al extranjero: «¿Por qué se ha decidido dejarles en el Centro de la ciudad cuando a nosotros como aficionados, que somos una afición ejemplar, nos dejan a 10 kilómetros en Niza y en París nos llevan a las afueras?».

«Debe haber más seguridad»

Son muchas las voces que vivieron lo ocurrido en la Grada Familiar y se quieren expresar. Una de ellas es la de la aficionada Izaskun Lezo, que ha relatado a este diario el terror que vivió durante los altercados protagonizados por los ultras belgas. Situada en el Fondo Norte junto a su marido, explica cómo los ultras del Anderlecht intentaron romper las barreras de seguridad, algo que causó mucho temor sobre todo en los menores: “Un niño dijo van a tirar la red y nos van a invadir”.

La espectadora denunció la respuesta de la Ertzaintza, que tardó más de 15 minutos en intervenir en la grada superior. “Podría haber pasado cualquier desgracia, había niños llorando”, afirmó Lezo, quien recuerda otras situaciones de este tipo en Anoeta: «Con el Benfica pasó lo mismo, con el Zenit… Nos prometieron más seguridad y pusieron el cristal y la red. Pero creo que dentro debe haber más seguridad y no dejar entrar a esta gente».

La aficionada ha presentado una reclamación y ha expresado su preocupación por la seguridad en futuros partidos. “No estoy segura de ir a ver a la Real”, confiesa Lezo, añadiendo que «muchos aficionados salieron del estadio a los 25-30 minutos de comenzar el partido».

«Tener la grada visitante encima es una locura»

Otro aficionado realista que vivió de cerca lo ocurrido fue Jagoba, que coincide en denunciar la falta de seguridad y la gestión del club durante el encuentro, hasta derivar en una situación dentro del estadio de “miedo” e “impotencia”.

“Estábamos mirando al césped pero a la vez mirábamos arriba porque estaban lanzando sillas”, relata, quien asegura que muchos aficionados ni siquiera pudieron disfrutar del partido debido a la tensión generada por los incidentes.

Este hincha regresa a un debate que ya salió en la última junta de accionistas: el de colocar la zona visitante sobre la Grada Familiar. “Tener la grada rival encima de la familiar es una locura”, zanja, proponiendo como solución cambiar la ubicación de la grada visitante a una zona más alejada o al anillo inferior del estadio «como en otros campos de Europa».

El hincha también ha denunciado la pasividad del club durante los incidentes. “Mientras ocurría todo esto, desde el marcador pusieron el mensaje de ‘no a los cánticos racistas’, que está muy bien, pero me sentí como si la Real pensara que nosotros éramos los malos”, se queja Jagoba, que opina que «el árbitro debía parar el partido«.

Además, avisa de lo que puede venir: «El próximo partido europeo es contra el Ajax, que en el partido de ayer les confiscaron muchas armas. Además su afición esta hermanada con la del Anderlecht. Tengo el temor de que vuelva a suceder. Si lo de ayer ya era previsible, esto también lo será».

Ya se añadieron medidas de seguridad

Todas las voces se quejan de que situaciones sufridas contra el Anderlecht no son nuevas. El 8 de noviembre del año pasado en el partido de Champions frente al Benfica ocurrieron hechos similares, con incidentes entre seguidores de ambos equipos por Amara y el posterior lanzamiento de bengalas por parte de los lusos en el interior de Anoeta.

Estos incidentes llevaron a una reflexión a la Real, cuyo presidente, Jokin Aperribay, anunció ante los accionistas las nuevas medidas de seguridad para proteger a la afición local. Estas consistieron en colocar una red desde el metacrilato hasta el techo, para que los aficionados visitantes no pudiesen lanzar objetos desde la grada.

Algunos del Anderlecht, en cambio, rompieron el panel de metacrilato en un punto y asomaron sus cuerpos desde ahí, desde donde lanzaron los objetos. Los aficionados realistas de la Grada Familiar piden más protección.

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