Septiembre de 2017. Jueves 28. Jornada de Europa League. La Real Sociedad se desplaza a San Petersburgo para jugar (y perder 3-1) contra el Zenit. Viaja a tierras rusas toda la plana mayor txuri-urdin. Pero en Zubieta la maquinaria no se detiene, y los distintos integrantes de la secretaría técnica continúan plenamente activos. Se trata, básicamente, de seguir viendo fútbol y de mantener controlados a ciertos futbolistas, tarea que pasa entre otras cosas, este día en concreto, por acudir a San Mamés a presenciar in situ el Athletic-Zorya Luhansk.
En el cuadro ucraniano hay elementos interesantes, aunque los informes posteriores del emisario blanquiazul en Bilbao, Alberto Iturralde, no pondrán precisamente el foco sobre los nombres previamente apuntados… El día siguiente, viernes 29, el técnico de Astigarraga llega por la mañana a las instalaciones realistas y, a modo de primera sentencia, lanza una frase que empieza a abrir un nuevo e importante frente en las estrategias del club: “El mejor era el portero”.
Así comenzó a figurar en los archivos blanquiazules un tal Andriy Lunin, meta que se había estrenado en el fútbol profesional durante la campaña anterior con el Dnipro y que el Zorya había fichado ese mismo verano para competir en la UEFA. El chaval solo tenía 18 años… Pero su serenidad, sus reflejos, sus 1,91 metros de estatura y la actuación que completó en la victoria en la Catedral (0-1) pusieron a la entidad txuri-urdin sobre su pista. Al fin y al cabo, Gero Rulli y sus representantes enredaban todas las pretemporadas respecto al futuro del argentino. Y parecía claro que, tarde o temprano, se necesitaría fichar un arquero.
Movimientos
Aquel curso 2017-18 continuó arrancándole hojas al calendario, con la Real de Eusebio acusando compaginar Liga y competición continental, y con el Deportivo de A Coruña penando en la que hasta la fecha es su última presencia en la máxima categoría. Al cuadro gallego le azotaron varios males durante la temporada, uno de ellos el de la portería. Hasta cinco metas se situaron bajo palos a lo largo de la campaña: Rubén, Pantilimon, Tyton, Uzoho… y Koval, incorporado en enero procedente del Dynamo de Kiev. Sin embargo, el primer objetivo de los rectores herculinos cuando acudieron al mercado ucraniano no residía en fichar al propio Koval, y sí a un Lunin cuyo futuro estaba, al parecer, ya encaminado. “Tenemos un acuerdo con la Real Sociedad”, les respondieron desde el Zorya Luhansk al conocer el interés.
Durante aquel invierno, la llegada de Lunin a la Real en junio, a cambio de unos tres millones de euros, se daba ya por hecha. Sucedió, sin embargo, que el meta dio continuidad a su espectacular crecimiento deportivo, debutando incluso con la selección absoluta de Ucrania. El precio del jugador se multiplicó. Entraron en la pugna clubes importantes como el Inter de Milán o el Salzburgo. Y la irrupción final del gigantesco Real Madrid acabó definiendo la carrera por incorporar a uno de los metas con mejor futuro de toda Europa. Florentino soltó 8,5 millones por un portero que acababa de cumplir 19 años, y se lo llevó a Valdebebas.
Ahí sigue Lunin, triunfando ahora en el Real Madrid, aunque su historia como meta blanco no ha resultado precisamente sencilla. Para empezar, en 2018 salió cedido de inmediato, al Leganés (Primera División), donde sin embargo solo jugó siete partidos. En el siguiente curso apostó por recalar a préstamo en Segunda, en el Valladolid, con nulo protagonismo. Y participó por fin con regularidad en el Oviedo, aterrizando en Asturias en enero de 2020 y obteniendo allí el billete para ser suplente de Courtois. La sombra del belga sería luego tan alargada que el propio Lunin tenía el pasado verano pie y medio fuera del Bernabéu… Pero llegó la lesión del titular, y con ella una oportunidad bien aprovechada.
INÉDITO ANTE LOS BLANQUIAZULES
El de este viernes en Anoeta apunta a significar el primer enfrentamiento de Andriy Lunin con el equipo por el que pudo fichar, la Real. El ucraniano nunca ha tenido enfrente a los txuri-urdin desde que durante el verano de 2020 pasara a integrar la primera plantilla merengue. Ni siquiera se midió a los de Imanol Alguacil esta temporada en la primera vuelta, ya con Courtois fuera de combate por lesión. Entonces, a mediados de septiembre en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid acababa de fichar a Kepa, que fue titular. El vizcaino apunta a suplente en Donostia, pues tampoco el contexto de rotaciones le otorga grandes posibilidades de figurar en el once.