La Real Sociedad recibe este sábado en Anoeta (18.30 horas) al Valencia de Rubén Baraja. El cuadro levantino aterriza en Anoeta empatado a cinco puntos con los txuri-urdin e inmerso en una vorágine muy negativa a domicilio, habiendo perdido sus tres partidos lejos de Mestalla (en Balaídos, Metropolitano y San Mamés). El rival blanquiazul busca romper semejante racha desde la fidelidad al libreto de su entrenador, quien trata de compensar con trabajo colectivo la ausencia en su equipo de grandes individualidades. Así juega, en cinco grandes rasgos, el adversario de los de Imanol Alguacil.
La posible alineación del Valencia este sábado en Anoeta.
1- El dibujo
El Valencia acostumbra a formar con un claro 4-2-3-1 como dibujo de base. Baraja alinea equipos con cuatro defensas, un doble pivote, dos hombres en banda y otros dos jugadores más adelantados que se reparten los espacios de forma escalonada. El mediapunta juega un rol de bisagra, ya que es tan capaz de retrasar su posición y ejercer de interior derecho (suele partir del perfil diestro) como de ganar altura y presionar a la par que el delantero centro, tal y como veremos más adelante.
El 4-2-3-1 del Valencia durante el partido de este martes contra Osasuna. Obsérvese la mencionada orientación a la derecha del mediapunta André Almeida.
2- ¿Anchos o estrechos?
Lo dicho. Cuando el Valencia no tiene el balón y defiende con el bloque medio-bajo, dibuja un 4-4-2 con doble pivote y cuyo mediapunta se sitúa en paralelo al delantero centro. En cualquier caso, esta es una formación que Baraja suele matizar en función del adversario, sobre todo en lo relativo a la anchura de la línea del centro del campo. Este martes ante Osasuna, un equipo con gusto por progresar desde las bandas y enviar centros al área, a Baraja no le importó que su línea de cuatro medios se ensanchara, para presionar mejor en las alas.
El movimiento de André Almeida dibuja el claro 4-4-2 con el que el Valencia defiende a Osasuna. En la medular, mientras, la amplia distancia entre ambos extremos (Rioja y Diego López) muestra el modo en que Baraja apuesta por presionar en toda la anchura del terreno de juego.
Sin embargo, el partido contra la Real presenta características más similares a las del duelo que enfrentó al propio Valencia con el Girona, el pasado sábado. Entonces, el conjunto che formó un bloque muchísimo más estrecho para defender el juego interior de los catalanes. Las distancias entre los cuatro futbolistas del centro del campo resultaban más reducidas, concentrados todos en el carril central y concediendo las bandas. Lo mismo sucedía con la doble punta, en la que Javi Guerra y Dani Gómez presionaban muy juntos.
El estrechísimo bloque medio del Valencia contra el Girona, con sus seis futbolistas más adelantados trabajando en el carril central y concediendo la salida por banda. Si se diera este panorama en Anoeta, gran parte del peso en la creación realista recaería en los laterales Aramburu y Javi López (posibles titulares).
3- Si aprieta arriba, como la Real
No es el Valencia, en cualquier caso, un equipo que renuncie a lanzarse a presionar arriba con el bloque alto. Cuando lo hace, forma también un 4-4-2, aunque lo hace ya con una medular en forma de rombo. Así, los de Baraja emplean la misma estructura desde la que viene apretando la Real los reinicios de sus rivales. No se trata de un entramado de marcajes al hombre, y sí de vigilancias intermedias que te invitan a salir por fuera. Definitivamente, los laterales txuri-urdin apuntan a tener, este sábado en Anoeta, un peso importante en la fase de creación realista.
Fase de bloque alto valencianista contra el Girona, con los de Baraja presionando desde un 4-4-2 en rombo.
4- Las diagonales, un buen antídoto
¿Cómo jugará la Real ante el Valencia? ¿Recuperará el 4-4-2 de Valladolid? ¿Regresará al 4-3-3? Por todo lo explicado, no puede descartarse que Imanol vuelva a un esquema de delantero centro y dos extremos bien abiertos, visto cómo tapan los de Baraja todos los pasillos interiores. Si se diera este caso, el técnico recurriría muy probablemente a las diagonales a banda opuesta desde los centrales, una opción que acostumbra a emplear contra rivales estrechos que cierran con línea de cuatro. Retrasar a Zubimendi al eje de la zaga en salida de balón permitiría a Zubeldia y a Aguerd (posibles centrales titulares) conducir el balón por fuera ante la doble punta visitante y buscar envíos largos a Kubo o Becker en el otro costado.
Recurso que empleó constantemente el Girona en Mestalla: inicia la jugada por un costado y envía al extremo del lado opuesto mediante un pase largo, en este caso de Blind a Danjuma, con la línea de cuatro defensas basculada hacia la izquierda.
5- El derecho, su lado fuerte
Con la posesión del balón, el Valencia no se caracteriza por su extrema fluidez, pero sí se atreve a agitar el árbol de los rivales mediante movimientos de fichas. Comencemos subrayando que el derecho es su lado fuerte, el sector en el que concentra buena parte de sus ofensivas elaboradas. Allí junta al lateral Correia, al extremo Diego López y al mediapunta de turno, quien ya parte algo escorado al ala diestra y apoya más cerca aún de la cal las progresiones de los de Baraja. Los inicios por izquierda, mientras, resultan más modestos: en ellos, Luis Rioja se centra y cede toda la banda a Jesús Vázquez. Si este no encuentra opción de pase interior o de avanzar por banda, el balón suele volver a la zona de centrales.
El central Tárrega, el lateral Correia, el pivote Pepelu, el extremo Fran Pérez y el mediapunta Diego López, cerca del balón en un avance del Valencia por banda derecha…
La acción procedía del sector izquierdo, asumido por el lateral Jesús Vázquez. No encuentra opción de progresar ni de combinar dentro con Rioja, por lo que la jugada vuelve a empezar desde la zona de los centrales.
Una de las estructuras a las que puede mutar el Valencia en ataque, finalmente, hace que los de Baraja pasen a dibujar un 5-3-2 de carrileros altos, incrustando en la zaga, ya sea por dentro o por fuera, a uno de sus pivotes. Como veíamos ahora, el sector derecho es aquí también el más potente del cuadro che, gracias a las subidas de Correia, las caídas al sector del mediapunta y el movimiento interior de un Diego López que pasa a actuar práticamente como segundo punta.
Salida de tres (o de cinco) del Valencia contra el Girona, con Pepelu incrustado entre centrales y los laterales Correia y Jesús Vázquez ganando altura.