Solo queda un frente. Y solo queda, por lo tanto, un único objetivo. La Real Sociedad ya no tiene que pensar en semanas de tres partidos ni en cómo gestionar distintas competiciones, porque la Copa del Rey y la Champions League son pasado, y porque las once jornadas de Liga restantes asoman en el horizonte sin posibles distracciones de ningún tipo. De forma muy vehemente, Imanol Alguacil subrayó ayer que el actual objetivo, alcanzar el quinto billete europeo consecutivo, “es el más bonito de todos”. Y no le falta razón al oriotarra, por cuanto lograr tal meta significaría hacer historia (el máximo de pasaportes encadenados es cuatro) y atendiendo también a la relevancia que tienen en las cuentas de un club los ingresos extraordinarios que supone disputar torneos UEFA. Granada es la primera estación.
Ahora solo resta por comprobar en qué disposición afronta el equipo este largo epílogo de la campaña. Once encuentros se antojan pocos viniendo de lo que venimos, pero se van a disputar en el espacio de otras tantas semanas. En teoría, esta circunstancia debería facilitar el descanso de los futbolistas. La práctica, mientras, dice que el desgaste acumulado ahí va a seguir hasta que los jugadores no se tomen unas vacaciones, algo a lo que cabe añadir una posible descompresión tras meses de emociones fuertes en clave Liga de Campeones. El entrenador negó ayer este último panorama. “He transmitido a la plantilla lo importante que sería volver a entrar en Europa”.
De momento, con el partido del martes contra el PSG aún muy presente en el cuerpo de los integrantes del plantel, la visita esta tarde al Granada en el Nuevo Los Cármenes podría tomarse como una especie de transición hacia el nuevo escenario. Y es que sí, solo queda ya la Liga, pero los efectos de la Champions aún siguen vigentes, en forma de baja de Ander Barrenetxea, resentido de la espalda tras los minutos que jugó ante los de Luis Enrique. Tampoco viajaron ayer los lesionados Odriozola, Aritz (ambos trabajan ya con el grupo), Aihen, Zakharyan y Carlos Fernández, ni el sancionado Jon Pacheco. En total, siete bajas.
En lo que respecta al once, es posible que jugadores como Galán, Merino o Kubo (el japonés fue duda para entrar en la convocatoria por problemas de espalda y en el isquiotibial) dejen su sitio a Tierney, Turrientes y André Silva respectivamente. Por lo demás, Imanol trataría de acercarse lo máximo posible a la teórica alineación de gala, dada esa relevancia que él mismo recalcó sobre el último tramo de la presente temporada.
Un rival casi desahuciado
Enfrente espera el Granada, un equipo que mira a la permanencia desde una desventaja de diez puntos (eso sí, con un partido jugado menos). Los andaluces se encuentran en un punto de la temporada crucial, durante el que pueden aferrarse a la complicada salvación o quedar definitivamente descolgados, de camino a Segunda. Las escuadras así costumbran a causar más de un disgusto dando sus últimos o penúltimos coletazos, pero la Real espera no ser víctima hoy de un rival que, por otra parte, acumula en el último tercio de campo futbolistas de nivel y calidad.