No tenía pinta, hace apenas una semana y media, de que el partido en Anoeta contra el Atlético de Madrid fuera a resultar anecdótico para la clasificación general final de la Real Sociedad. Sin embargo, los txuri-urdin sumaron victorias consecutivas frente a Valencia y Betis que no solo aseguraron el objetivo continental, sino que depararon también el logro de una plaza para jugar la próxima Europa League y evitar la Conference. Una vez alcanzada la principal meta del curso, se trata esta tarde de disfrutar de un buen encuentro sin la tensión propia del marcador. Las circunstancias, así, son las mejores posibles, horario y meteorología incluidos, pues el duelo arranca a las 16.15, se anuncia una jornada muy agradable y además hay cosas que celebrar…
Cuando Sánchez Martínez decrete el final del encuentro, tocará permanecer en el asiento para homenajear a un equipo que ha hecho historia. De todos modos, cualquier fiesta que se precie resultará mucho más redonda si se ve precedida de una victoria, objetivo que la Real busca con dos bajas adicionales que añadir a la lista. Continúan lesionados Aihen, Zubeldia, Zubimendi y Carlos Fernández, nómina a la que se suman esta vez Javi Galán y Sadiq Umar. El primero forzó para jugar contra el Betis y da por concluida ya su temporada, al arrastrar una fractura en el pie. El nigeriano, mientras, sufre las consecuencias físicas de un proceso de lumbalgia. Por su parte, Le Normand, que no participó en el Villamarín, sí está disponible.
Imanol piensa, a buen seguro, en diseñar el mejor once posible para intentar conseguir la victoria. Sucede, sin embargo, que también debe lo suyo a aquellos jugadores que se han jugado el físico para ayudar en los últimos encuentros. Le Normand, Tierney o incluso Merino, algo renqueantes y con la Eurocopa en el horizonte, podrían arrancar en el banquillo, igual que un Traoré de empeorada versión tras su última dolencia. Haga lo que haga el entrenador, eso sí, la Real cuenta con futbolistas y argumentos para certificar el triunfo y cerrar el curso con la nada despreciable cifra de 63 puntos.
El rival
El Atlético, mientras, aterriza en Anoeta en circunstancias similares y a la vez diferentes. No se juega nada y tiene asegurado su principal objetivo liguero, entrar en la Champions. Sin embargo, su último encuentro, una derrota 1-4 en casa ante Osasuna, le obliga en cierto modo a ofrecer en Donostia una cara al menos mejorada.