La Real Sociedad ha anunciado que venderá entradas a la afición del Ajax, pese a que la entidad realista había pedido no tener que hacerlo e incluso se habría negado a ello en contacto con el club neerlandés. Mucho ruido y pocas nueces para una decisión que, a la vista de las regulaciones de la UEFA y las medidas que ha adoptado el organismo europeo ante incidentes violentos mucho más graves que los del día del Anderlecht, era de esperar.
El club realista, que no había dado cuenta de ninguna decisión en público, se escuda en que «la regulación del organismo europeo imposibilita llevar a cabo la voluntad del club txuri urdin de no vender entradas para el club visitante», normativa conocida con anterioridad, que garantiza el 5% de cada estadio a la afición visitante, y que no ha variado.
Ha sido la propia Real quien ha comunicado la decisión pasadas las 14:00 horas y tras varias semanas a vueltas. El club realista «ha mantenido durante las últimas semanas» conversaciones con la UEFA, el Ajax y las autoridades locales sobre «la venta de entradas para la afición visitante» del partido del día 28 en Anoeta.
En su comunicado, el club realista descarga la responsabilidad de la petición en el Ayuntamiento de Donostia: «Queremos resaltar que, en vista de las circunstancias que han rodeado la celebración de varios de los últimos partidos europeos y los dispositivos de seguridad y organización requeridos, el Ayuntamiento de San Sebastián solicitó a la Real Sociedad que no vendiera entradas al equipo neerlandés».
«La Real Sociedad quiere agradecer la voluntad del Ayuntamiento de San Sebastián y su compromiso con el Club para trabajar conjuntamente en aras de la seguridad en el fútbol», remata el club el comunicado.
La Real guardaba silencio
La última vez que el club realista se pronunció al respecto fue en boca de su presidente, Jokin Aperribay, que antes de volar al difícil partido de Belgrado ante Maccabi Tel Aviv, recordó los incidentes protagonizados por algunos ultras del Anderlecht en Anoeta, cuando rompieron parte del metacrilato que debiera aislar a la afición visitante.
«Lo que ha pasado en algunos partidos no puede admitirse”, aseguró entonces Aperribay, que insistió en que “la Real va a trabajar en pro de la seguridad en los estadios y en las ciudades en cualquier partido de fútbol y hará todo aquello que esté en su mano. La seguridad va unida al fútbol, sin seguridad no hay fútbol”.
Ya entonces no quiso entrar en cómo iban las conversaciones con la UEFA: “Estamos hablando pero no voy a desvelar conversaciones. Estamos hablando con la UEFA, pero no puedo desvelar. Lo siento mucho, me encantaría desvelarlo, pero es uno de los compromisos que adquirimos desde el principio, trabajar y hablar al final de nuestras conversaciones. Me vais a respetar los tiempos”.
En un escueto comunicado publicado horas después de los incidentes del Anderlecht, en el que la Real no ofreció lectura ni análisis sobre los hechos ocurridos en un Estadio cuya seguridad es responsabilidad de la entidad realista y será objeto de atención contra el Ajax, el club quiso «informar que ha solicitado una reunión con UEFA para que los actos de hoy sean los últimos que tengan que vivir nuestros seguidores».
Aquel viernes no hubo ninguna «reunión urgente» y semanas más tarde, en aquella conversación con los periodistas en el aeropuerto de Noain, tampoco garantizó la ausencia de los ultras del Ajax, hermanados con los del Anderlecht, en Anoeta a finales de noviembre: “No voy a hablar sobre el tema. Lo que pase lo diremos pronto”.
El Ajax y asociaciones se apuntan el tanto
El Ajax, que fue quien hizo pública la negativa de la Real, se ha felicitado de que su afición pueda viajar a Donostia, entre los que se encuentran elementos como los que ya fueron controlados en su visita a Praga hace un mes. «Recientemente, el club se sorprendió desagradablemente con el anuncio de que los españoles no tenían intención de emitir entradas para la sección visitante», explica el Ajax, que ahora «se complace en anunciar que, después de todo, las entradas estarán disponibles».
El equipo neerlandés «ha tenido frecuentes contactos con la Real Sociedad y la UEFA. En parte gracias al papel mediador de la UEFA y a los esfuerzos de varias organizaciones de aficionados, el plan que el Ajax había presentado ha sido aprobado», lo que se traduce en que «los aficionados podrán acudir a San Sebastián».
Junto al Ajax, algunas asociaciones de aficionados como las neerlandesas y Fasfe se apuntan el tanto de una decisión que, a tenor de los precedentes, parecía más que probable. Por mucha impotencia que hubiera en Donostia tras los altercados del día del Anderlecht, que se suman a los vividos contra el Benfica y PSG.
La asociación española de agrupaciones de aficionados, Fasfe, que había denunciado la situación ante Kontsumobide, el CSD y la RFEF, también se apunta el tanto: «Alarmados por el precedente que podría significar para todas las aficiones europeas, desde los colectivos de aficionados y aficionadas hemos trabajado para que este hecho sin precedentes en décadas de competiciones europeas no se diera».
El comunicado de dicha asociación va más allá e incluso agradece a la Real «un cambio de actitud»: «Todas estas gestiones han dado fruto y al final el club txuri-urdin ha cambiado de actitud y el próximo 28 de noviembre ambas aficiones podrán vivir la fiesta del fútbol europeo en Anoeta. Como representantes de aficionados y aficionadas no podemos más que agradecer este cambio de actitud ante lo que habría supuesto un peligroso precedente».
