La victoria conquistada por la Real Sociedad este sábado contra el Barcelona sirvió para aproximarse en gran medida a la Champions League 2023-24. La jornada, a ojos del principal perseguidor, el Villarreal, se antojaba propicia para presionar a los txuri-urdin recortando distancias en la clasificación. Y el cuadro amarillo hizo sus deberse venciendo sobre la bocina en Girona. Sin embargo, la respuesta de los de Imanol en el Camp Nou significó un importante golpe de efecto. Solo restan nueve puntos en disputa y la ventaja realista es de cinco, resultando el average, eso sí, favorable para el Submarino. Así, el conjunto guipuzcoano necesita sumar otros cinco puntos más para asegurarse un billete de la máxima competición continental, bagaje cuya consecución avala la historia reciente. En las cuatro luchas europeas que ha dirimido el equipo con Alguacil en el banquillo se ha alcanzado la mencionada cifra. Ahora permitiría llegar a los 70 puntos y convertirse en inalcanzables para el quinto clasificado.
2018-19: sin final feliz
Imanol inició su actual era como técnico realista en diciembre de 2018, tras la destitución de Asier Garitano. Cogió al equipo cuando este ocupaba la 15ª posición, con solo tres puntos de renta sobre la zona de descenso. Sin embargo, la remontada firmada a las órdenes del oriotarra permitió a la escuadra txuri-urdin alcanzar la última jornada con opciones continentales. Si llega a vencer aquel encuentro final en Cornellà contra el Espanyol de Rubi (derrota 2-0), habría accedido a la Europa League como séptima clasificada. No lo logró, pero el bagaje en los tres encuentros que cerraron el campeonato fue de seis puntos de nueve posibles. Es decir que, a día de hoy, resultaría suficiente para entrar en la Champions League. En la 36ª jornada, la Real ganó por la mínima al Alavés (0-1) en el derbi de Mendizorrotza, gracias a un tanto en propia puerta de Manu García. En la 37ª, mientras, venció como local al Real Madrid (3-1), merced a los goles de Mikel Merino, Joseba Zaldua y Ander Barrenetxea. Finalmente, la 38ª implicó la mencionada derrota ante el Espanyol, en un duelo que vio a Willian José fallar una clarísima ocasión con 0-0 en el marcador. Se esfumó Europa.
2019-20: el arreón necesario
El parón por la pandemia sentó como un tiro, en marzo de 2020, a una Real que, cuando todo se detuvo, parecía lanzada y era una firme candidata a la cuarta plaza final. Después, en los ocho partidos posteriores a la reanudación de la Liga, solo sumó un triunfo y dos empates, encajando cinco derrotas. En total, únicamente obtuvo durante aquel negativo período cinco puntos de 24 posibles, circunstancia que hizo peligrar su billete para la Europa League. Certificarlo exigió un arreón más que necesario en el momento crucial de la temporada, esas tres jornadas finales que ahora vuelve a encarar. Los txuri-urdin sacaron fuerzas de flaqueza y sumaron cinco puntos de los nueve últimos, pudiendo celebrar finalmente el regreso a las competiciones continentales. Resultó clave la victoria de la 36ª jornada en el campo del Villarreal, gracias a los goles de Willian José y Diego Llorente. Días después, la visita del Sevilla se saldó con un empate sin goles que terminó satisfaciendo a ambos equipos. Y el epílogo de la campaña llegó en el campo del Atlético de Madrid, donde tocó sufrir hasta el último segundo. Un gol de Januzaj en el minuto 87, en colaboración con el colchonero Herrera, hizo estallar de júbilo a un equipo que sufrió durante la Liga exprés posterior al confinamiento. Perdió por lesión a Guevara, contó con un Odegaard en versión muy mermada y acusó más que otros equipos aquellos encuentros tan carentes de ritmo: se jugaba cada tres días, se estrenaba la regla de los cinco cambios y todos los encuentros tenían sus dos pausas de hidratación, en pleno verano. La Real se pareció poco a la de unos meses antes. Pero cumplió.
2020-21: dos triunfos para acabar
Un año después, volvió a costar mucho nadar hasta la orilla. La Real completó un muy buen arranque de temporada 2020-21, pero fue perdiendo fuelle a finales de otoño y durante casi todo el invierno. Esperaba además la histórica final de Copa en abril, duelo sobre el que fue situado gran parte del foco. Se ganó en La Cartuja y se conquistó así el título, en un partido con consecuencias en dos vertientes. En lo anímico, pareció suponer un aliento extra para luchar por un nuevo billete europeo en las jornadas finales. En lo físico, mientras, significó bajas de futbolistas relevantes (Merino o Silva) para la última txanpa liguera. A falta de tres jornadas, la Real era quinta con dos puntos de renta sobre el Betis y cuatro con el Villarreal. Para obtener un billete de Europa League tuvo que sumar seis más, después de perder en el Metropolitano contra el Atlético (2-1), golear al Valladolid en Anoeta (4-1 con dos dianas de Isak, una de Silva y otra de Januzaj) y vencer a Osasuna en El Sadar (0-1 con otro tanto del sueco).
2021-22: y sobró un partido
Cuando la pasada Liga 2021-22 se adentró en sus tres últimas jornadas, la Real aún no sabía si durante el presente curso jugaría en Europa. En la 36ª ganó al Cádiz en Anoeta gracias a los goles de Sorloth, Januzaj de penalti y Portu (de nuevo desde los once metros), logrando un triunfo que le aseguró matemáticamente la séptima plaza de Conference League. Así, en los dos últimos partidos tocaba ya intentar aumentar la categoría del billete, objetivo que se consiguió a las primeras de cambio ganando a domicilio al Villarreal de Unai Emery (1-2 con dianas de Isak y Zubimendi). Aquellos seis puntos consecutivos garantizaron la Europa League y convirtieron en anecdótico un último encuentro destinado en principio a vivir una fiesta en Anoeta. Visitaba Donostia el Atlético de Madrid, la Real no se jugaba nada y la ocasión, fuera ya de cualquier incertidumbre clasificatoria, parecía perfecta para celebrar sin agobios el tercer pasaporte consecutivo. Sin embargo, la Liga programó el duelo para las 22.00 horas de un domingo y el partido resultó mucho más frío que lo deseable. Vencieron los colchoneros (1-2), dejando en seis la cifra de puntos txuri-urdin en el tríptico final.