La Real Sociedad ya conoce el camino hacia la Champions League
El Atlético de Madrid en el Metropolitano. El Sevilla en Anoeta. La Real Sociedad encara un exigente tramo final de temporada, con dos rivales en buena forma en el horizonte. Los colchoneros son el mejor equipo de la Liga durante la segunda vuelta. Hace solo diez días, mientras, los hispalenses lideraban una clasificación particular pero significativa, la de la fase del campeonato durante la que Mendilibar ha sido su entrenador. Esta última estadística se les ha venido abajo con los empates consecutivos ante Betis y Elche, pero no oculta que el equipo txuri-urdin se enfrenta a adversarios de consideración en su tentativa de cuarta plaza. El precedente de 2020, eso sí, invita al optimismo, pues entonces la Real certificó su billete europeo con un calendario idéntico.
Primero en casa
Ahora solo cambia el orden de los factores. Hace tres años, tocó recibir al Sevilla en primera instancia, para después visitar el Metropolitano. En esta ocasión sucede justo al revés. Y sucede igualmente que el bagaje de dos empates, precisamente el obtenido en aquella extraña Liga de la pandemia, serviría también para certificar el objetivo. Cabe recordar que la Real necesita en la actualidad dos puntos para asegurarse la cuarta plaza que da acceso a la Champions, un guarismo que únicamente puede alcanzarse mediante dos igualadas en las jornadas finales. Si la escuadra de Imanol repite los resultados de 2020 terminará la campaña celebrándolo a lo grande, aunque quizás tenga que sufrir hasta el último instante, dependiendo de los resultados que vaya cosechando el Villarreal.
Tablas en Donostia
En la 37ª jornada de la Liga 2019-20, la Real y el Sevilla se midieron en un desierto Anoeta. Los de Lopetegui habían certificado la clasificación para la Champions League en la jornada previa. Los de Imanol Alguacil, mientras, venían de lograr una decisiva victoria en el campo del Villarreal (1-2) y eran séptimos en la clasificación. Fue un encuentro abierto durante muchos minutos, con los txuri-urdin disfrutando de las ocasiones más claras, especialmente una de Portu en la segunda mitad. Después, como sucedía habitualmente con aquella Real lastrada por las lesiones y por el ritmo infernal de la Liga exprés posterior al confinamiento, el equipo bajó a nivel físico y dio incluso por bueno el punto en el tramo final, no sin llevarse antes un buen susto en una oportunidad de Ocampos solo ante Moyá. Con la igualada, la escuadra guipuzcoano ascendió a la sexta plaza y llegó a la última jornada dependiendo de sí misma.
En Madrid
La Real estuvo fuera de Europa durante un buen tramo de su último partido. Perdía contra el Atlético, resultado al que cabían sumar el momentáneo empate del Getafe contra el Levante (terminarían perdiendo los azulones en el descuento) y la victoria del Granada contra el Athletic. Afortunadamente, todo se solucionó mediante un gol de Januzaj en colaboración con el colchonero Herrera, en el minuto 87. El equipo txuri-urdin sumó dos puntos en las dos últimas jornadas y completó su objetivo continental, gracias a una cosecha que ahora valdría con repetir.
Un peor precedente
un peor precedente Puestos a establecer paralelismos con temporadas pretéritas, y por reflejarlo todo, también hay recuerdos negativos con situaciones similares a la actual. En la temporada 2013-14, ya clasificada para la Europa League, la Real luchó por evitar la séptima plaza que implicaba disputar dos previas veraniegas. A dos jornadas del final, era sexta con cinco puntos de renta sobre el Villarreal, y dos se esfumaron a las primeras de cambio al empatar los txuri-urdin en San Mamés (1-1) y golear los amarillos al Rayo (4-0). Después, el último partido significó un duelo directo en Anoeta que se llevó la escuadra de Marcelino (1-2), esfumándose una renta idéntica a la que ahora disfruta la Real y viéndose condenados los de Jagoba Arrasate a jugar aquellas eliminatorias contra Aberdeen y Kransodar. La derrota en tierras rusas en agosto condicionaría por completo la siguiente campaña.
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