“Me gustaba vivir en Donostia, una mini Barcelona”

La Real es un gran club, un club muy bonito en el que la afición está encima: sienten suyo el club”. Si hace unos días era el delantero Raúl Tamudo quien se deshizo en elogios a la Real, ahora es un compañero suyo quien, con motivo de la visita del Ajax este jueves a Donostia, recuerda con cariño su paso por Anoeta. El neerlandés Jeffrey Sarpong alaba a la afición realista, que le hizo sentirse “muy respetado como jugador”. Incluso tuvo un percance con un agente de la Guardia Municipal que terminó de manera más que curiosa.

Donostia no es muy grande, pero sí es muy hermosa”, asegura Sarpong en una entrevista con el medio oficial de las peñas y asociaciones del equipo ajacied, Ajax Life, en la que considera la capital guipuzcoana como una “mini Barcelona”: “Es una de las ciudades más bellas de España, me gustaba vivir allí”.

“Es una ciudad verdaderamente genial, aunque es una pena que por las fechas, el tiempo igual no sea el mejor”, lamenta Sarpong, que considera que los hinchas del Ajax que viajen “se divertirán, sin duda”.

En cuanto a la gastronomía, el que atacante trotamundos de la academia del Ajax valora la fama de Donostia “por sus fantásticos restaurantes”. “El jamón es realmente el mejor que jamás hayas comido”, asegura Sarpong, cuya segunda recomendación culinaria recuerda más al destino al que le cedió la Real (Hércules de Alicante), que a la propia Donostia: “Los amantes de la paella pueden darse un capricho”.

Un vestuario «sin egos»

Su integración en el vestuario de Zubieta fue rápida, en gran medida gracias a sus compañeros de vestuario, algunos de los cuales acudieron a la boda del propio Sarpong: “Tuve muy buenos compañeros de equipo. Ellos también estuvieron en mi boda y siento que son mis amigos. Me recibieron muy bien cuando llegué del Ajax, son buena gente y sin egos. Fue realmente fantástico”.

Uno de esos integrantes fue el astro galo Antoine Griezmann, al que Sarpong ya le veía maneras, aunque “no como ahora. Era un talento emergente, con olfato de gol, pero que llegaría a ser tan grande…”.

Jeffrey Sarpong, en su presentación como jugador de la Real Sociedad con Jokin Aperribay y Loren Iker Azurmendi


“Griezmann es un tipo muy agradable”, recuerda Sarpong sobre el que también era su vecino: “Vivía en el piso superior al mío y a veces lo oías gritar cuando jugaba a la Play, ¡jaja!”.

En sus tres años en Donostia, con cesiones al NAC de Breda y el Hércules, Sarpong tuvo tiempo para todo. También para una pequeña infracción de circulación que se resolvió de la manera más insospechada.

“Recuerdo que cometí una infracción”, rememora el episodio más de diez años después. Un agente de la Guardia Municipal lo detuvo y tras la correspondiente advertencia, le dejó marchar. Sin multa: “El guardia no me multó, pero sí quería un autógrafo. La forma de ser del club es muy cercana, tanto en el propio club como en la propia ciudad de San Sebastián”.

Sarpong, formado en el Ajax y que ha pasado por el NEC, la Real, el NAC, el Hércules, el Wellington neozelandés, el PAE Veria griego, el Elazigspor turco, vuelta a Grecia en el Xanthi para retirarse en el Panevezys lituano en junio, es entrenador de la escuela de fútbol TIFA Sports en Rotterdam junto a Michel Poldervaart, “un buen amigo mío”.  

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