José Luis Munuera Montero, el trencilla que atracó a la Real en el Wanda Metropolitano, ha sido designado como el colegiado del derbi. Una decisión que ha generado estupor e indignación entre la parroquia realista, que acabó muy enfadada tras su actuación escandalosa en el duelo ante el Atlético en el que no pitó un penalti por mano de Morata, que incluso reconoció a compañeros de selección que era claro y lo iba a pitar cuando le llamó el VAR y ante la sorpresa mayúscula de todos, desautorizó el consejo de Prieto Iglesias, que también estará esta vez en la sala del videoarbitraje y no señaló la pena máxima. Sin embargo, pocos minutos después, no tuvo ningún reparo en decretar penalti en un disparo que le pegó de rebote y en el suelo a Carlos Fernández. “”Es un penalti como una catedral”, se vio que decía en un vídeo y no quiso ni ir a consultarlo en la pantalla. El Comité Técnico Arbitro no estuvo tan de acuerdo con arbitraje y le castigó en la nevera varias jornadas por su actuación en Madrid que tanto perjudicó a los de Anoeta.
Pero es que llueve sobre mojado. En la Real existe una creciente preocupación por el inesperado cambio de comportamiento por parte de Munuera Montero con sus jugadores y con el equipo. Hasta el famoso partido del Bernabéu, en el que Imanol se reestrenó como técnico del primer equipo, de 18 partidos, los realistas se habían impuesto en diez de ellos y en Anoeta tenía fama de ser valiente y poco influenciable a domicilio. El tema es que, tal y como explicó a la perfección Iturralde González, «cuando entré al arbitraje me dijeron que no te haces árbitro hasta que chocas con el autobús blanco». El andaluz completó una actuación casi excelsa esa noche en La Castellana que acabó con victoria realista por 0-2. Pero la caverna blanca le acribilló sin piedad por un no penalti no pitado a Vinícius en una jugada en la que Rulli despejó el balón con la punta de los dedos (el famoso «Todo OK, José Luis», del inepto Melero López). Y, lo que es peor, los jefes del comité arbitral como López Nieto y Velasco Carballo comparecieron ante los medios para, incomprensiblemente, señalarles y manifestar que se habían equivocado al tener que haber indicado el penalti. En los diez últimos partidos y en una de las mejores épocas de la historia txuri-urdin, la Real solo ha sido capaz de vencer dos encuentros con este trencilla. En los mismos se incluyen los dos partidos ante el Atlético de Madrid, en los que hace dos cursos señaló una pena máxima exagerada en un roce de Merino a Suárez que se convirtió en el 1-2 previo al empate y el esperpento de esta temporada cuando ya todos los miembros de la delegación donostiarra, entre los que no se encontraba Jokin Aperribay, desconfiaban abiertamente de lo que podía llegar a suceder.
Por si fuera poco, una de sus actuaciones que más molestaron en Anoeta fue cuando actuó en el VAR en un Alavés-Real que finalizó con derrota por 1-0 para los de Imanol. El duelo que dirigió en el campo el madrileño Del Cerro Grande estuvo marcado por un penalti escandaloso no pitado a Isak cuando iba a rematar dentro del área en clara ventaja y fue empujado por detrás, y por una pena máxima inventada en una acción de Zubeldia que apenas toca a Miguel de la Fuente antes de que se dejara caer. También expulsó a Aritz Elustondo por un plantillazo ante el Valencia en Anoeta en una acción más discutible. Hoy en día no existe la figura de la recusación de un colegiado pero la sensación es que la Real no quiere volver a ver ni en pintura y mucho menos en partidos importantes a un árbitro que prometía mucho y que ha cambiado tras lo sucedido en Madrid. Sin olvidar que la pasada campaña, en la segunda jornada, no expulsó al barcelonista Dembélé por propinar un codazo sin venir a cuento y sin balón a Ahien, al que dejó incluso sangrando de la nariz.
Por lo tanto, si quieres taza, taza y media. El árbitro que más ha soliviantado a la afición txuri-urdin ha sido escogido para dirigirá nada más y nada menos que el derbi de Bilbao. Que Dios nos coja confesados. Preguntado Aperribay en la rueda de prensa por si los colegiados no tomaban en serio a la Real, este se mostró en desacuerdo: “No estoy de acuerdo. Creo que nos respetan. Problemas tenemos todos, pero sí. Otra cosa es que nos acordamos de lo nuestro solo. Otros presidentes piensan que a nosotros nos ayudan un montón. Pero no en mal tono. La gente piensa que tenemos suerte. La gente solo ve lo suyo. Se han ido árbitros muy buenos, ha entrado el VAR y hay que pensar mucho en el proceso del trabajo, hay que mejorar y hay que ayudarles, a las personas y al colectivo. Todos estamos teniendo muchos problemas”. Sin duda que con este tipo de designaciones, su hinchada no estará tan convencida de ello. ¿No había otro? ¿Al menos uno que no levantara tanto enfado, sospechas y desconfianza entre los realzales en un partido tan señalado en el calendario?