El 4 de marzo de 2022, solo dos días después de una victoria realista en Mallorca, Imanol fue preguntado en rueda de prensa por la actuación de Jon Pacheco en Son Moix. “Si pensamos que por solo dos partidos ya tenemos central, estamos equivocados. Jon debe mejorar mucho, y él ya lo sabe porque se lo he dicho”, contestó el entrenador, quien argumentó a continuación su respuesta. “Le veo bien. Pero, si ha resultado capaz de ofrecer un nivel aceptable, ha sido por tener cerca a Robin (Le Normand), que hace bueno al que juega a su lado. Jon se ha ganado la oportunidad con el trabajo realizado en Zubieta. Pero con un 50% de disputas ganadas lo tiene crudo en Primera División”.
Buena parte de esos duelos perdidos se los había llevado en tierras baleares un tal Vedat Muriqi, quien 20 meses después se reencuentra este sábado con la Real Sociedad. Es curioso el caso del delantero kosovar, pues no participó en ninguno de los tres partidos que el cuadro txuri-urdin jugó el pasado curso contra el propio Mallorca. Se perdió los dos encuentros ligueros por sanción: el 1-0 de Anoeta tras ser expulsado dos jornadas antes contra el Elche y el 1-1 de la segunda vuelta al haber completado un ciclo de amarillas. En los octavos de final de la Copa, mientras, viajó a Donostia con el equipo, pero asistió desde el banquillo a la victoria blanquiazul (con solitario gol de Robert Navarro), el pasado enero. “Tengo cuatro delanteros. Si siempre saco a los mismos no hay competencia, y yo lo que quiero es mantenerlo vivos a todos”, explicaría Javier Aguirre tras la eliminación bermellona.
Titular en Anoeta
No existen dudas esta vez respecto a la presencia de Muriqi en el once del Mallorca contra la Real. Su titularidad ya estaría cantada en circunstancias normales. Y se antoja más segura aún visto el modo en que las lesiones pueden condicionar el fútbol de los baleares. El propio Javier Aguirre llegó al club el 24 de marzo de 2022, relevando a Luis García solo tres semanas después de aquel partido contra la Real que jugó el punta balcánico. Durante toda su etapa en la isla, el mexicano venía apostando por un dibujo con tres centrales y dos carrileros. Pero renunció a este sistema hace solo dos encuentros, en Vallecas mediante un 4-4-2 ¿La razón?
Para empezar, le faltaba (y le falta) por lesión un lateral muy largo y característico del sistema en cuestión, Pablo Maffeo. Y para continuar, tocaba también apostar por alimentar un centro del campo muy renovado respecto a la pasada temporada. Se movió bien el Mallorca este verano a la hora de reforzar su medular, con el dinero cobrado del PSG por el fichaje de Kang-in Lee (22 millones). Llegaron elementos muy interesantes como Samu Costa (Almería), Sergi Darder (Espanyol) o incluso Manu Morlanes (comprado al Villarreal tras cesión previa). Se palió así otra baja sensible, la de Iñigo Ruiz de Galarreta (Athletic). Y el técnico pareció decidirse contra el Rayo (2-2) a proponer un juego algo más interior. Repitió una semana después contra el Valencia (1-1). Pero ante el cuadro che terminó lesionándose el propio Darder. Sin este e incluso sin Maffeo, un carrilero con capacidad también para recibir dentro, el juego en largo de los escorados centrales hacia la cabeza de Muriqi volvió a convertirse en la principal arma ofensiva.
Tal circunstancia, con uno u otro sistema, apunta a repetirse este sábado en Donostia. Aterriza el Mallorca en Anoeta con buenos futbolistas para la asociación como el citado Samu Costa, Dani Rodríguez o Antonio Sánchez, capaces todos de participar en un juego más combinativo. Pero la baza directa del ariete kosovar debería imponerse en cuanto a cantidad de intentonas. Además, Muriqi viene descansado, pues se perdió por sanción el Andorra-Kosovo del jueves 12 y vio cómo el conflicto en Oriente Medio provocaba la suspensión del Kosovo-Israel previsto para el domingo 15.
EL OTRO ‘TANQUE’ TRAE MAL FARIO
En clave realista, procede tocar madera respecto a la actuación que pueda completar hoy el delantero canadiense Cyle Larin, incorporado este verano por el Mallorca procedente del Valladolid (7,5 millones). Le está costando ser titular como bermellón y, además, sus escasos minutos saliendo desde el banquillo no están resultando nada productivos (no ha marcado aún). En el recuerdo txuri-urdin queda, sin embargo, la última derrota de la Real en Anoeta, en febrero ante los pucelanos (0-1) con diana del propio Cyle Larin.