La gran mayoría de jugadores que fichan por la Real se va con un gran recuerdo del club y de la ciudad. Tanto que es frecuente escuchar a unos y otros elogiar lo que se han encontrado cuando ficharon por la Real: el club, el estadio, la ciudad, Gipuzkoa… Uno de los últimos que se ha sumado a esa confesión es el que fuera delantero catalán Raúl Tamudo, que habla con gratitud el año escaso que estuvo en la Real.
Fue un proyecto especial, en el que tras la Segunda División, el equipo realista había regresado a Primera de la mano del técnico uruguayo de origen guipuzcoano Martín Lasarte. Con el objetivo de lograr la salvación, la dirección deportiva dirigida por Loren apostó por reforzar la delantera, donde también volvió a casa Joseba Llorente.
Con él, el equipo realista incorporó a Tamudo, para relevar en la línea ofensiva a futbolistas como Carlos Buen o Emilio Nsue, y acompañar a jóvenes talentos de Zubieta como Asier Illarramendi, David Zurutuza, Antoine Griezmann e Imanol Agirretxe, entre otros, que no alcanzaban los 25 años.
Procedente del Espanyol, Tamudo no llegó en sus mejores condiciones a Donostia, como recuerda En una entrevista en Sport JotDown: “Me vino muy bien después de esa última temporada tan mala”.
Martín Lasarte, «bellísima persona»
A su llegada a Zubieta, se encontró con “una plantilla muy joven, recién ascendidos”, entre la que destaca la figura de Martín Lasarte, “una bellísima persona, me trató como a un hijo”.
Un recuerdo de una temporada en Donostia que, echando la vista atrás, lleva a concluir a Tamudo que si volviera a ser futbolista “con todo lo que ahora sé, no me retiraría sin vivir al menos un año en San Sebastián”.
Cuestionado por sus planes de futuro, Tamudo reconoce que le preocupa cuidarse: “No me gusta la imagen del exfutbolista dejado. Como no puedo correr, porque estoy operado del cartílago, hago spinning. Y algo de boxeo. Me encanta porque te pone al límite”.
Eso sí, lejos del fútbol, que a lo sumo a lo que aspira es a devolverle el balón a su hijo cuando le pasa la pelota: “Tiene tres años”.
El delantero de la Real Sociedad Raúl Tamudo celebra su gol junto a Mikel Aranburu Juan Herrero / Efe
Retirado en 2015
El internacional nacido en Santa Coloma de Gramanet en 1977 se retiró en 2015 en las filas del Sabadell, adonde llegó procedente de media temporada en el Rayo tras su aventura mexicana. El canterano del Espanyol, que jugó cedido en el Alavés y el Lleida, fue una pieza clave del ataque catalán durante casi una década, tras la que recaló en una Real que afrontaba su primera temporada tras el ascenso.
Cubierto aquel año, en el que marcó 7 goles y dio dos asistencias, fichó por el Rayo Vallecano, desde donde se marchó al Pachuca, desde donde como se ha dicho, regresaría a Vallecas.