Joseba Sagüés y su pareja Sara disfrutan a estas horas de dos inesperados días más de turismo en París, donde han vivido 24 horas de “máxima tensión” para tratar de buscar una alternativa para regresar a Donostia antes del lunes y poder ir a trabajar, después de que se haya cancelado el tren de alta velocidad (TGV) que les debía traer esta misma tarde hasta Biarritz debido a la huelga de revisores (jefes de tripulación) en Francia.
Finalmente, han podido lograr un vuelo para este domingo hasta Biarritz. Ahora toca disfrutar de estos dos días extra y confiar en la remontada de la Real Sociedad después de la derrota por 2-0 en el partido de ida de octavos de final de la Champions League en el Parque de los Príncipes ante el Paris Saint Germain (PSG).
“Ha sido una aventura. Salíamos en tren hoy viernes a las dos de la tarde hasta Hendaia y ayer nos enviaron un mensaje diciendo que se había cancelado el tren”, reconoce Joseba. El “follón” que se montó este jueves en la estación de París-Montparnasse hacia el mediodía fue de campeonato: “Todo el mundo estaba igual que nosotros”.
Joseba y Sara acudieron allí sobre las tres de la tarde, tras tener conocimiento de la cancelación de sus billetes, pero les fue imposible hallar una alternativa de viaje. “Os podemos dar un tren el lunes, nos dijeron. Pero tanto Sara como yo trabajamos el lunes y no podemos esperar hasta entonces”, explica este seguidor txuri-urdin.
Han sido 24 horas de “gestiones, hasta quedarnos casi sin batería”, y “nervios” hasta que este mismo viernes han logrado un vuelo que el domingo a las 10.40 horas que les llevará hasta Biarritz, donde irá a recogerles un amigo de Joseba en coche.
La huelga ha afectado a decenas de seguidores txuri-urdin que viajaron en TGV y decidieron regresar entre el viernes y el domingo, fechas para las que está convocado la huelga de jefes de tripulación de los trenes, una figura imprescindible sin cuya presencia los vehículos no pueden circular.
Sara y Joseba tenían que estar ahora mismo de viaje, llegarían a las “seis y pico de la tarde” a Hendaia y allí cogerían el Topo para ir a Donostia, donde cenarían y descansarían tranquilos después de unos días intensos y emocionantes.
Las alternativas de regreso a Donostia antes del lunes eran “pocas y muy caras”. Para este mismo viernes, les ofrecían vuelos a 650 euros cada uno, a 700 euros el sábado y 800 el domingo. Hasta cinco veces más que los 150 euros que puede llegar a costar en circunstancias normales.
“La gente se pone nerviosa porque no puede volver y mucha gente habrá pagado esas cantidades. Nosotros dijimos: Vamos a tranquilizarnos y estuvimos analizando varias alternativas”: “En autobús sólo quedaba una plaza por 400 euros. Luego pensamos en alquilar un coche, pero el más sencillo costaba 450 euros el día. Estábamos riendo por no llorar”, dice Joseba.
Esta misma mañana, ya cuando la situación se ha ido normalizando y a medida que los viajeros iban hallando soluciones a la huelga en el TGV, los precios han ido rebajándose y “hemos conseguido dos billetes de avión a precio razonable el domingo, desde París-Orly a Biarritz. Por 270 euros, que es más o menos lo que nos han devuelto por la cancelación del tren. Así que ahora nos lo tomamos como dos días más de vacaciones”, señala Joseba.
Leipzig, Lisboa, París y remontada
El plan iba perfecto. Joseba y Sara, parisina de nacimiento y residente en Donostia desde hace doce años, donde la Real también la ha conquistado, viajaron sin entradas porque no les tocaron en el sorteo y, después de “tocar mil puertas”, finalmente lograron dos billetes para ver el partido. Un lujo. “Lo malo ha sido el resultado, pero estoy seguro de que remontamos. 3-1 al término del partido y habrá que meter otro golito en la prórroga. Sin penaltis”, dice Joseba Sagüés.
Sus hijos Lucas y Cloe les esperaban hoy. Joseba viajó con ellos a Lisboa para ver el partido contra el Benfica: “Pasamos cuatro días maravillosos, con mi madre y mis dos hijos, y el año pasado también fuimos a Leipzig y luego aprovechamos para ir a Praga».