Osasuna se mide este sábado a la Real Sociedad con la necesidad de frenar la sangría defensiva que están sufriendo tanto con defensa de cuatro futbolistas como de cinco, sistema que actualmente parece imperar en el equipo.
“Más concentración. Estamos haciendo las cosas por hacer”, ha exclamado Jagoba Arrasate a los suyos esta mañana durante un ejercicio de posesión. El entrenador se ha mostrado conversador con unos pupilos que atendían con interés sus indicaciones.
El cuadro rojillo es el quinto equipo que más goles ha encajado en lo que va de Liga, con 36 en 23 jornadas. Diez de ellos han sido en las seis últimas fechas. El curso pasado, Osasuna tan solo acumulaba 23 a estas alturas de campeonato.
Recuperar la solidez como equipo pasa por una mejor versión de Osasuna cimentada sobre la defensa. Arrasate parece haber apostado por una defensa de cinco jugadores que ha dado mayor estabilidad, aunque lo cierto es que esta opción no ha terminado de traer el vigor que se le presume viendo los resultados.
Esta mañana, el técnico de Berriatua ha vuelto a probar en Tajonar con carrileros. Areso y Mojica ocupaban dicha posición, con Unai, David García y Herrando en el centro. En frente, más de lo mismo. Peña y Barja en los costados, mientras Catena, Juan Cruz y el canterano Michelis han sido los encargados del otro eje.
Además de la opción de volver a la defensa de cuatro, Osasuna afronta la salida como un gran reto por dos condicionantes. El primero, que el equipo no vence lejos de El Sadar desde hace más de cuatro meses. El otro, el rival.
La Real Sociedad es, junto al Atlético de Madrid, el ‘coco’ para los pamploneses. Los txuri urdin no hincan rodilla desde la temporada 2011/12 en la jornada 37. Ibahima Baldé fue el último gran héroe que dio los tres puntos a Osasuna ante su casi imbatible vecino. Desde entonces, nueve derrotas y seis empates es el bagaje a día de hoy.