Poco habría importado, en aquella fatídica noche de diciembre hace 25 años, que la Real Sociedad hubiese eliminado al Atlético de Madrid y se hubiese clasificado para los cuartos de final de la Copa de la UEFA: independientemente del resultado, la jornada habría pasado igualmente a significar la página más negra en toda la historia txuri-urdin. Transcurrido ya un cuarto de siglo, el recuerdo esta tarde en Anoeta para el asesinado Aitor Zabaleta supondrá a futuro exactamente lo mismo, aunque esta vez en clave positiva: invitará al aficionado blanquiazul a dibujar una emocionada sonrisa en la cara, sin importarle mucho si el equipo ganó, empató o perdió aquel partido contra el Real Betis.
Eso sí, puestos a pedir, y en la antesala de un encuentro muy especial, no está de más apelar a una victoria que redondearía el programa de actos y que, ciñéndonos ya a lo deportivo, resultaría también sumamente importante. El Betis es un clásico en los duelos por Europa a final de cada temporada. Y a la Real no se le termina de dar bien en los enfrentamientos directos, ya que no gana a los de Pellegrini desde octubre de 2020. La ocasión se presenta inmejorable hoy, por lo emotivo del encuentro y también porque el rival aterriza en Donostia zarandeado tanto por su último resultado como por varias bajas.
Imanol Alguacil proporcionó ayer buenas noticias con la convocatoria. El técnico recupera a Mohamed-Ali Cho, baja en los últimos encuentros por problemas físicos, y no pierde a nadie respecto al partido del martes contra el Inter, lo cual significa que Igor Zubeldia se encuentra disponible. No es que el azkoitiarra haya ingresado en la lista a última hora, manteniéndose la duda de si podrá jugar o no, es que el propio entrenador explicó ayer que el defensa se encuentra bastante mejor que en la previa de Champions, lo que obliga a incluirle en la posible alineación de esta tarde.
Ante las ausencias obligadas de Brais Méndez y Ander Barrenetxea, y habiendo mediado cinco días de descanso tras el último encuentro, los txuri-urdin bien podrían comparecer sobre el césped con el mismo once que en el Giuseppe Meazza, con el matiz del lateral izquierdo (entraría Tierney por Aihen) y existiendo la duda de Sadiq Umar. Su hipotética suplencia podría significar el ingreso de Carlos Fernández, André Silva o Beñat Turrientes, en este último caso actuando Oyarzabal como punta y Zakharyan como extremo zurdo.
El Betis, por su parte, llega a Donostia inmerso en una dinámica mala en cuanto a resultados, pero no tan negativa en lo que al juego respecta. Viene de empatar con diez en Almería, de igualar en casa contra todo un Real Madrid y de caer ante el Glasgow Rangers en un partido que no mereció perder. A tal inercia de marcadores se le suman las bajas por lesión de Bravo, Sabaly, Bartra, Guido Rodríguez y Fekir. Un gran Isco es el director de orquesta de un equipo cuya principal amenaza para el gol reside en Ayoze y en el ex realista Willian José. El brasileño lleva diez dianas y este curso y se le da bien marcar en Anoeta de visitante.