El Athletic da por cerrado el fichaje del jugador alevín de 12 años Alfredo Alogo. Al parecer, según fuentes consultadas por este periódico, el club bilbaino tiene atado al futbolista, con el que ha firmado un contrato, y los importantes y agresivos esfuerzos de última hora por parte de la Real para convencer a la familia y que se echara para atrás no han tenido éxito. Incluso el propio Jokin Aperribay y Luki Iriarte se han acercado a seguir uno de sus últimos encuentros al ser conscientes de que podía perder al que consideran, a día de hoy, el mejor jugador de su promoción, aunque la decisión ya estaba tomada.
No han sido pocos los clubes consultados por este periódico que lamentan profundamente la marcha de un chaval con unas interesantes expectativas de futuro al considerar que si hubiera aceptado su oferta después de decidir salir del Lengokoak, de donde salió tras una revuelta interna, probablemente hubiese estado más controlado y no se habría producido su marcha a Lezama, donde se incorporará este verano. Se supone que, aunque la Real tenía previsto convocarle para que disputase varios torneos antes del final de la presente campaña, no podrá acudir al tener el citado contrato firmado con el Athletic.
El club rojiblanco y el Antiguoko, que van de la mano desde que firmaron su convenio, no han parado de lanzar opas agresivas para contratar a un delantero que marca diferencias a su edad y al que conocían todos en el fútbol guipuzcoano al considerarlo casi imparable.
Nacido en Malabo, de nacionalidad ecuatoguineana, Alfredo empezó a jugar al fútbol en el Lengokoak en benjamines. Los rivales ponían en duda muchas veces su edad, porque es mucho más alto, al medir 188 centímetros con solo 12 años, y además le han asegurado que va a seguir creciendo bastante. Los que le conocen bien destacan que, a pesar de llamar mucho la atención por su envergadura, lo mejor de su juego es que tiene mucha calidad y que incluso es muy fino con el balón.
La noticia no se ha entendido bien el los equipos del fútbol guipuzcoano que no comprenden cómo se le ha podido escapar a la Real un futbolista al que creía tener controlado. Pero a esas edades decide la familia, que se ha puesto en manos de un representante que, aunque en teoría está prohibido e incluso penado (la triste realidad es que está a la orden día), ha llevado todas las conversaciones con ambos clubes.