Por muy frondosas que sean las ramas, estas no nos pueden impedirnos ver el bosque. Es aceptable y hasta comprensible que la dirección deportiva haya perdido mucho tiempo y desgaste luchando casi a la desesperada por momentos para intentar lograr la continuidad de Martín Zubimendi y de Mikel Merino. O de al menos uno de los dos cuando la cosa comenzaba a pintar fatal. La continuidad del 4 txuri-urdin, sin duda la noticia del verano que hasta eclipsado la llegada de tres grandes fichajes, Javi López, Sergio Gómez y Luka Sucic, no puede ser justificación para comprender que la Real Sociedad no piensa reforzar su delantera hasta que no salga uno de sus dos dos puntas, Sadiq Umar o Carlos Fernández. Jokin Aperribay lo dejó muy claro en la única presentación que ha realizado este verano, la del lateral procedente del Alavés, en una circunstancia que delata los nervios con los que se están viviendo las últimas horas de mercada en las oficinas de Anoeta: “Contamos con tres delanteros, Oyarzabal, Carlos Fernández y Umar Sadiq, así que tenemos que estar tranquilos. La próxima temporada no vamos a tener cuatro delanteros. Otra cosa es que nosotros estamos obligados a conocer las situaciones del mercado”.
Su afirmación es comprensible, pero tiene trampa. Porque si se hace un recuento de la plantilla de la temporada pasada en la que el rendimiento de los 9 fue paupérrimo y lastró toda la temporada, había tres delanteros centros específicos: Sadiq, André Silva y Carlos Fernández, a los que se unió Oyarzabal por la simple razón de que el resto no estaba al nivel o, lo que es peor, simplemente no estaba, al pasarse lesionados demasiado tiempo lo que les convirtió simple y llanamente en muy poco fiables.
A pesar de haber guiado a la selección olímpica hasta la plata en Tokio actuando de estilete hasta el punto de anotar el estéril tanto del empate en la final que se disputó en agosto de 2021, antes de la lesión de la maldita rodilla, Oyarzabal solo comenzó a jugar de ariete cuando Imanol no tuvo más remedio que recurrir a él por la incomparecencia de los tres puntas fichados. No fue un plan previsto desde pretemporada, si no un recurso improvisado en los primeros meses de competición. Y, por supuesto que lo hizo bien, porque el 10 es capaz de rendir en cualquier posición, pero admite poca discusión que no estaba destinado a ocupar esa demarcación en la planificación para la campaña pasada de la dirección deportivo.
Galáctico de guardia
El galáctico que siempre está de guardia y no fallar volvió a salvar la papeleta. Y no una cualquiera, porque el gol es una prioridad absoluta para conseguir que las cosas funcionen. Mikel notó 14 dianas con la txuri-urdin y en la selección, donde Luis de la Fuente también decidió colocarle como el hombre más adelantado (en la sub’21 jugaba con Mayoral por delante) sumó otros 6. Uno de ellos el que dio a España el título en la Eurocopa. Un total de 20 goles en la temporada y todavía algunos le discuten… Los números de los otres tres simplemente pone en evidencia la apuesta menos acertada de Olabe, que además dejó escapar a Sorloth, con cuatro goles de André Silva, y tres de Sadiq y Carlos.
Con este panorama parece inconcebible y de un riesgo muy peligroso (mientras esté Oyarzabal nunca los será tanto) que la Real no haya reforzado la posición a falta de dos días para la puesta de largo liguera. Es más, lo más probable es que, visto los últimos amistosos, sea Becker quien apunte a debutar ejerciendo de ariete. No de falso 9, de 9, porque él es también delantero y puede actuar en esa posición. Llegados a este punto, la pregunta es, si se considera a Oyarzabal como delantero centro, por esa regla de tres y visto lo que puede suceder ante el Rayo, ¿por qué no se dice entonces que ya hay cuatro delanteros centros: Oyarzabal, Becker, Sadiq y Carlos?
Imanol no está contento
Imanol ha demostrado con sus decisiones que no está nada contento con el tema. En los bolos de verano apenas ha contado con Sadiq y Carlos lo que invita a pensar que se trata de un toque de atención a la dirección deportiva porque no es de recibo no haber apuntalado una posición vital para el equipo.
La historia de Sadiq la conoce todo el mundo ya. Firmó en 2022 un contrato con la Real para seis temporadas. En su semana de estreno, marcó el empate ante el Atlético poniendo patas arriba Anoeta, fue titular en el 0-1 de Old Trafford, pero en Getafe se rompió la rodilla y después de recuperarse nada se ha quedado muy lejos de su mejor nivel. Ni sus dos golazos ante el Sevilla y en Pamplona le permitieron afianzarse en el once antes de fallar de forma estrepitosa tres ocasiones en la ida de la semifinal de Copa en Palma, condenando al equipo a quedarse sin la gran final ante el Athletic (para ser justos, el equipo no pasó porque no consiguió imponerse en casa a un adversario inferior).
Este verano su salida estaba clara y él mismo pidió que le abrieran las puertas. El problema es que no a cualquier precio ni a cualquier destino. Sadiq es una persona muy apreciada en el vestuario y muy respetada por el cuerpo técnico porque nunca se ha quejado, pero eso son cualidades personales, no deportivas y ahora se lo está poniendo muy complicado a la Real. No quiere bajarse el millonario sueldo que le firmaron los gestores blanquiazules y solo quiere escuchar propuestas de la Liga española. No quiere saber nada de irse al extranjero ni de equipos que no tengan, a su modo de ver, aspiraciones ambiciosas. Su caso parece el típico que al final acaba encontrando una solución de emergencia que plazca a todas las partes en la recta final del mercado, pero esta situación no le conviene a la Real que necesita tiempo suficiente para encontrar un relevo convincente.
El asunto tiene mala solución, porque, por ejemplo, si no acepta salir cedido al Getafe, la Real tiene muchas papeletas de despedirse de Mayoral, lo que provoca que podría estar cerca de despedirse a última hora y por segunda vez en pocos años de la incorporación del madrileño.
Carlos suena para Segunda
El tema Carlos es muy distinto. Imanol, al que siempre le ha gustado mucho, está contando muy poco con él en un claro indicio de que prefiere que alguno le deje una ficha libre para hacer hueco. Si Sadiq se va, no parece que al técnico le moleste que se quede un futbolista trabajador incansable, polivalente y con calidad, muy de su cuerda. En las últimas horas están apareciendo muchos pretendientes de Segunda, como el Granada, Deportivo y Almería, tres de sus ex donde dejó un recuerdo imborrable, o incluso el Málaga de Loren. Pero no es fácil. Su ficha es muy alta e inalcanzable, lo que obligaría a la Real a asumir parte del pago de sus emolumentos, pero todo depende de la evolución de un jugador querido y respetado por la afición por haber dado siempre la cara, pero al que las lesiones le han impedido demostrar todo su nivel. Una pena.
En resumen, que nos encontremos a día de hoy, 16 de agosto, sin un nuevo delantero y que la justificación siga siendo que sin que salgan Sadiq o Carlos para que entre otro, se convierte de largo en el lunar más negro de la dirección deportiva. Esperemos que tengan controlados la onda expansiva de lo que puede ser un problema muy grave que encendería a la parroquia txuri-urdin por ser reincidente y porque no parece cerca su salida. Y estaban más que avisados… Aún queda tiempo, Isak marcó un gol al Barcelona en Anoeta y a los tres días estaba vistiendo la camiseta del Newcastle, aunque la realidad es que muchos no dan crédito a la irresponsabilidad que supone arrancar el curso sin un 9 de refuerzo.
Siguen sin celebrar la continuidad de Zubimendi
Imanol comparecerá ante los medios el sábado después de hacer pública la primera convocatoria de la Liga. Aunque algunos han querido enfocarlo en una posible complicación en el tema Zubimendi mientras el club y alguno de sus acólitos se resisten a celebrar la noticia del verano, lo cierto es que el jugador ya ha comunicado hasta a sus propios compañeros su intención de quedarse un año más en su equipo de toda la vida. El tema se centra más en la posible salida de Mikel Merino. Cuando ya están todas las cartas puestas encima de la mesa a nadie le interesa que se demore mucho más un traspaso que se va a cerrar y mucho menos que se desvíe la atención de lo realmente importante que es el inicio del campeonato liguero y los tres puntos en juego ante el Rayo. En principio se espera que ya con la competición iniciada, la Real selle su plantilla hasta enero con la incorporación de un central y de un delantero centro.