Los aficionados de la Real Sociedad que han acudido este sábado al estadio de Anoeta para presenciar el último entrenamiento de la semana se han llevado una agradable sorpresa. Cuando la mayoría de ellos (en torno a un millar) habrían emprendido ya camino hacia el recinto de Amara, el club ha comunicado a través de sus redes sociales que la sesión iba a incluir un partidillo de preparación cuyos equipos estrenarían la segunda y la tercera indumentaria para esta próxima temporada, azul marino y blanca respectivamente. El espectáculo ha resultado mucho más atractivo que el de cualquier entrenamiento al uso, gracias a ese encuentro de 60 minutos (dos partes de 30) en un campo de dimensiones reducidas (las porterías se han situado en las frontales de las áreas) que se ha saldado con un único gol: si había que elegir un realizador, ese tenía que ser Sadiq Umar, y el nigeriano ha hecho realidad el deseo de la mayoría de seguidores.
El partido ha tenido ritmo y mucha seriedad por parte de todos los futbolistas, tanto en materia táctica como en la intensidad de las disputas. Desde este punto de partida, ambos equipos se han enfrascado en un duelo marcado por el tamaño del terreno de juego, ancho como habitualmente pero mucho más corto. Los espacios, obviamente, han escaseado, lo que ha obligado a los 24 jugadores que han participado (ha habido cambio en ambas porterías durante el descanso) a mostrarse especialmente finos. Lo han conseguido en muchos lances, algunos de mérito, pero los robos y las peligrosas transiciones posteriores han tenido también mucho peso en el encuentro, con dos equipos que trataban de jugar el balón desde atrás.
Turrientes (con unas molestias en el cuádriceps izquierdo), Oyarzabal (a quien los técnicos han dado descanso) y Silva (continúa con su plan progresivo de puesta a punto) han sido los únicos jugadores que han iniciado ya la pretemporada y que no han disputado el encuentro. El resto de efectivos se han empleado a fondo en un partidillo durante el que Sadiq Umar ha dispuesto ya de una ocasión en la primera mitad, siendo las más claras las de sus dos compañeros de ataque: Robert Navarro ha forzado a Gaizka Ayesa a realizar una buena intervención tras un derechazo al palo largo, y Momo Cho ha estrellado en el larguero su disparo con la zurda.
En la segunda parte, Imanol Alguacil ha ordenado a ambos equipos presionar de forma distinta a la de la primera mitad. El técnico había ensayado de inicio con unas estructuras que permitían al 4-3-3 del equipo poseedor del balón explorar posibles superioridades numéricas dentro, ya que la escuadra defensora mutaba a 4-4-2 a la hora de apretar. Tras el descanso, mientras, el oriotarra ha diseñado bloques altos más agresivos, con los extremos de la derecha saltando a por su central y deparando, gracias a las correcciones de los compañeros, un uno contra uno en todo el campo. Se han visto acciones de mérito que burlaban la intensidad defensiva rival, pero también han tenido continuidad los mencionados robos, previos a transiciones peligrosas. En uno de ellos ha llegado el gol de Sadiq, a pase de un Brais que había recuperado la pelota solo cinco segundos antes de su asistencia. El nigeriano ha superado a Marrero picándole el balón por encima, desquitándose así de un par de situaciones anteriores en las que de nuevo había estado cerca de anotar. Finalmente lo ha hecho, lo que unido al ritmo más que aceptable del encuentro y a la ausencia de incidentes (solo el propio Sadiq se ha llevado un golpe en la cara) ha servido para cerrar la primera semana de trabajo con muy buen sabor de boca.
AZUL MARINO Remiro (Zubiaurre); Gorosabel, Zubeldia, Cantero, Rico; Gorrotxategi, Marín, Brais; Cho, Sadiq, Robert Navarro.
BLANCO Ayesa (Marrero); Sola, Aritz, Astigarraga, Aihen; Urko, Olasagasti, Goti; Magunazelaia, Carlos Fernández, Karrikaburu.
GOL 1-0: Sadiq Umar, mediada la segunda parte, recibe un pase de Brais Méndez y pica el balón por encima de Marrero, solo ante al guardameta.
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