El punto de partida fue este, con un once más o menos esperado por parte realista y una alineación plagada de cambios en el Sevilla. Estructuras habituales en ambos equipos, 4-3-3 por parte blanquiazul y 4-2-3-1 en los visitantes.
En función de la presión sevillista, la Real fue escogiendo cómo iniciar sus ataques. 1- EL RIVAL CONSERVA EL 4-2-3-1. Conducción de central y diagonal al extremo del lado opuesto. El lateral (Gorosabel aquí) permanece bajo para ‘limpiarle’ espacio al atacante (Kubo).
Captura de pantalla correspondiente a una de esas diagonales que buscó la Real, en mayor medida desde Pacheco a Kubo que desde Zubeldia a Barrene.
2- EL RIVAL APRIETA EN 4-4-2. Óliver presiona en primera línea junto a Rafa Mir, por lo que toca filtrar balones dentro para explotar la superioridad numérica 3-2 de Zubimendi, Brais e Illarra ante Gueye-Bueno.
Captura de pantalla en la que se aprecia cómo Brais va a encontrar a un tercer hombre (Zubimendi) tras primer pase de Zubeldia. Bueno no salta a tiempo a Martin pese a que la ayuda de Lamela con Illarra parece buena.
Y 3- EL RIVAL SUELTA A LOS EXTREMOS. Ante esta fase de la presión, más agresiva y más utilizada en la segunda parte, la Real (principalmente Remiro) supo descifrar que la salida estaba fuera, a través de los laterales.
Imagen real de esa misma situación, con Cho (fuera de pantalla) fijando a Telles e impidiendo el salto de este a por el propio Gorosabel. Este queda libre ya que su teórico par, Tecatito, ha salido a por Zubeldia.