La historia se repite. Aficionados del Athletic mostraron este domingo por la noche carteles con billetes con la cara de Iñigo Martinez en el primer partido del central de Ondarroa tras su marcha en verano al FC Barcelona. Como ya ocurrió en Anoeta cuando se marchó de la Real rumbo a Bilbao, el central de Ondarroa fue recibido con una pitada, signo de desaprobación de las formas de su salida de Lezama, lo que se repitió cada vez que el balón pasaba por sus pies.
Era el minuto 77 del partido entre el Athletic y el Barcelona, que concluyó con empate a cero, cuando el entrenador visitante, Xavi Hernández, optó por relevar al canterano de 17 años Pau Cubarsí. En su lugar entró Martínez en una entrada al que San Mamés le puso una banda sonora que para el jugador ya sería conocida: la misma que le tributó Anoeta semanas después de su repentina salida de Zubieta. Meses después de que se especulara con una posible salida de Iñigo Martinez al Barcelona, que nunca llegó a enviar una oferta que satisficiera a los intereses de las oficinas de Anoeta, fue el Athletic quien depositó la cláusula del central (32 millones) y se lo llevó a pocas horas del cierre de mercado de fichajes de enero.
«Siempre he tenido al Athletic como un grande y eso me ha tirado porque cada año se va a pelear por algo, donde el objetivo es estar siempre ahí arriba, no vale con quedar en mitad de tabla», justificó el central que cuatro años antes había asegurado en Zubieta «nunca me iría al otro bando«.
Pese a las palabras y el ánimo de progresar de Iñigo Martinez, desde esa misma temporada 2017/2018, el club de Ibaigane ha quedado por detrás de la Real todos los años salvo la 2018/2019, cuando el Athletic quedó octavo y la Real, novena: 16º-12º; 8º-9º; 11º-6º; 10º-5º; 8º-6º y 8º-4º la pasada temporada.
Una evolución que quedó para siempre marcada por el título de Copa que la Real le ganó al Athletic en la famosa final de Sevilla, donde el central de Ondarroa cometió el que resultaría decisivo penalti a Portu que transformó Mikel Oyarzabal.
Misma moneda
Una operación que más que por la salida escoció por las formas, en mitad de temporada de un año en el que la Real aún debía jugar la eliminatoria de Europa League contra el Red Bull Salzburg. Aquel proyecto terminó aquel año, con la salida de Eusebio del banquillo realista y de Loren como director deportivo.
Ni tres meses después de aquella salida, el Athletic visitó Anoeta, que dio al central de Ondarroa un recibimiento que no fue del todo bien acogido por parte de la afición bilbaina, que como forma de defender a su nuevo jugador criticó a los seguidores realistas que se expresaron de esta manera en el primer derbi en Anoeta tras la espantada del central de Ondarroa. Apenas seis años después, con Martinez en Barcelona una vez agotó su contrato en Bilbao, San Mamés paga con la misma moneda.