Sergio Gómez, nuevo jugador de la Real Sociedad, está siendo uno de los mejores jugadores en los Juegos Olímpicos de París. Su aportación no reside en la posición en la que, antes de la llegada de Javi López, iba a ocupar en Anoeta, ya que está actuando como extremo izquierdo e incluso en posiciones más interiores o por la derecha. Esa es una de sus mayores virtudes: la polivalencia. Así lo manifiesta el propio jugador en una entrevista concedida a Relevo además de declarar su deseo de colgarse el oro antes de llegar a la capital guipuzcoana.

«Soy muy polivalente, al final intento adaptarme a lo que me pide el míster, siempre a disposición de lo que el cuerpo técnico quiera y bueno, ayudar sobre todo a mis compañeros dentro del campo». El exjugador cityzen sirve igual para un roto que para un descosido. Puede actuar de lateral izquierdo tal y como lo ha hecho en el Manchester City con Guardiola, o de carrilero como lo hizo en el Anderlecht, equipo con el que despuntó y se dio a conocer en el panorama europeo. En cambio, tanto con la sub-21 como en los Juegos Olímpicos está ocupando posiciones más adelantadas, así como de extremo izquierdo, por dentro o hasta por la banda derecha. Es un jugador camaleónico, capaz de adaptarse a cualquier puesto o circunstancia.

Este lunes (18.00 horas), la semifinal

Este lunes disputará con la selección española, al igual que Beñat Turrientes y Jon Pacheco, la semifinal de los Juegos ante Marruecos (18.00 horas), una réplica de los octavos de final del Mundial de Qatar en el que los marroquíes se impusieron en penaltis. El ganador del encuentro jugará la gran final del próximo 9 de agosto en el Parque de los Príncipes en busca de la gloria olímpica, mientras que el derrotado peleará por el bronce un día antes en el Stade de la Beaujoire de Nantes. Por ello, es poco probable que el catalán salga de inicio en la primera jornada ante el Rayo el 18 de agosto en Anoeta (19.00 horas), ya que todavía deberá adaptarse y conocer a su nuevo equipo.

Sergio Gómez es uno de los líderes del equipo, además de ser el segundo capitán tras Abel Ruiz. En el primer choque ante Uzbekistán materializó el 1-2 definitivo tras errar una pena máxima, y en la victoria ante la República Dominicana volvió a ser clave (1-3). En los cuartos de final ante la selección nipona dio la asistencia del segundo gol de Fermín a la salida de un córner, y fue sustituido al final del encuentro para descansar los minutos finales.

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