Jude Bellingham ya ha insertado su foto en las páginas del refranero popular, para ilustrar la expresión “aterrizar de pie”. Él lo ha hecho en el Real Madrid borrando de un plumazo las dudas que podían haber generado previamente su fichaje y su ubicación sobre el campo. Al fin y al cabo, el club blanco pagó este verano 103 millones de euros al Borussia Dortmund por la incorporación de un centrocampista de solo 20 años, llamado a ocupar las zonas centrales de remate que dejaba huérfanas un tal Karim Benzema. Casi nada. Sin embargo, cinco goles en solo cuatro jornadas, resultando decisivas y postreras las dos últimas dianas ante Celta y Getafe, han otorgado ya el cartel de estrella merengue al internacional inglés. Así lo dictaminan las estadísticas, mientras el juego, caprichoso él, señala en otra dirección. El juego apunta a Rodrygo Goes.
Esto es muy largo, no ha hecho más que empezar y las temporadas en el Real Madrid alcanzan su punto álgido en primavera, con las eliminatorias decisivas de la Champions. De momento, eso sí, toca apuntarle un tanto a Carlo Ancelotti. Cuando se quedó sin su delantero de referencia y observó que el fichaje más relevante del mercado reforzaba la medular, ideó un nuevo sistema, el 4-4-2 con rombo en la media, que carburó en el arranque liguero: con dos teóricos extremos como delanteros, Vinicius y el citado Rodrygo; con Bellingham pisando área desde la mediapunta; con Tchouaméni, Valverde y Camavinga completando una de las salas de máquinas más físicas que se recuerdan; y con los laterales Carvajal y Fran García aportando amplitud exterior e incluso profundidad interior. La cosa fluía, hasta que llegó el famoso contragolpe de Balaídos.
Sucedió en Vigo contra el Celta, durante los primeros minutos de la tercera jornada liguera. Vinicius retó al defensa local Aidoo a una carrera a campo abierto y se produjo una rotura muscular en el bíceps femoral derecho. La reacción de Ancelotti residió en dar entrada a Joselu. Y claro, aún manteniéndose el citado dibujo, las características de un delantero de los de toda la vida, muy distintas de las del brasileño, obligaron a retocar ciertas cosas. Desde entonces, Bellingham ha seguido siendo letal, marcando dos goles trascendentes, pero lo de aparecer por sorpresa en una parcela ahora ocupada se le ha complicado. Rodrygo, mientras, ha pasado del sector derecho de la doble punta al izquierdo, y con mucha libertad además para escorarse hasta la cal: el nuevo rol le ha sentado de maravilla.
Es diestro, como Vinicius, y agradece partir del ala zurda para atacar el área con la opción de disparo a pierna natural, pero cualquiera desplazaba de esa zona al propio Vinicius antes de la lesión. El percance, así, ha significado una buena oportunidad para Rodrygo, quien la ha aprovechado convirtiéndose en pieza clave de un nuevo Madrid de rombo retocado. El 4-4-2 se mantiene, en cierto modo, pero ahora los movimientos son otros y los ataques, más asimétricos. En los dos últimos partidos, Carvajal ha aportado la amplitud desde la derecha, el lado débil merengue. Los de Ancelotti, mientras, han acumulado pases e intentos por la izquierda. Lógico.
Ahí se mueve Rodrygo, a menudo pinchado en banda como extremo puro. Por ahí aparece también el lateral de turno, Fran o Alaba, para alternar carril (interior o exterior) con el brasileño. Y se suele sumar a la ecuación el interior izquierdo, Camavinga o el siempre clarividente Kroos, para iniciar las ofensivas desde la teórica posición de lateral. Ancelotti se decidió a reforzar esta fórmula durante el descanso contra el Getafe (perdiendo 0-1), y su equipo mereció remontar rápido, con creces además, durante un cuarto de hora de tormenta perfecta que capeó Bordalás ajustes mediante. La victoria llegaría con un épico arreón final, pero el fútbol había hablado un poco antes…
BRAHIM, OPCIÓN PARA LA DERECHA
Brahim solo ha sido titular en cuatro ocasiones en el Bernabéu. Las tres primeras datan del curso 2018-19. La cuarta y última hasta la fecha, mientras, corresponde al 3-4 de la Real en Chamartín en marzo de 2020, con motivo de aquellos cuartos de final de Copa. Zidane alineó a Aréola; Nacho, Ramos, Militao, Marcelo; Valverde, Kroos, James; Brahim, Benzema y Vinicius. El propio Brahim actuó partiendo de la posición de extremo diestro, donde también se movió en Milán, y significa ahora una opción para que Ancelotti pase al 4-3-3.