Sin excusas ni más lamentos

La Real Sociedad se estrena en la Copa malhumorada por el atropello que ha sufrido por parte de la Federación al obligarle a jugar en una fecha de parón en la que debería estar prohibido poner partidos de competición. El club realista va a pagar la factura de la falta de previsión y de organización de los dos organismos que regulan el fútbol español, que han sido incapaces de dejar fechas libres en caso de que ocurrieran fatalidades inesperadas e inevitables como la terrible dana de Valencia.

El análisis que parece que no han querido ni hacer los tribunales no se debe quedar solo en que la Real llega con los justos para completar los once jugadores del primer equipo en la lista y los siete que deben estar jugando en todo momento. Nadie tiene en cuenta el cansancio de los internacionales, ni los posibles lesionados, ni que la Real afronta uno de sus partidos del año el domingo, ni que el Sanse y el propio Jove, que parece un pelele con el que nadie cuenta ni respeta (salvo la Real, obvio, como reconocen ellos mismos), juegan un partido de su liga en menos de 48 horas o que el Hércules jugó un encuentro ayer en el mismo escenario sobre un césped replantado hace poco. Es un auténtico cachondeo y que haya un tribunal que pueda refrendar todas estas circunstancias se encuentra a años luz de lo que se considera hacer justicia.

En este escenario enrarecido, en el que como es normal la Real se siente desprotegida y desamparada, los blanquiazules afrontan su primer reto a vida o muerte ante un adversario menor como el Jove Español.

Desde que Imanol se encuentra al frente del equipo, la Real dejó atrás esa sensación de fragilidad y vulnerabilidad cuando recurre a su unidad B en el torneo del KO. El técnico siempre ha mostrado mucho respeto, primero por su escudo, y segundo por el rival al que se ha enfrentado. Esa receta le ha permitido caer siempre en encuentros disputados y frente a rivales europeos como el Barcelona y el Betis. La única excepción fue el Mallorca la temporada pasada cuando cayeron en los penaltis de una semifinal en la que partía como claro favorito y que sembró de lágrimas su grada, una decepción de la que todavía muchos no se han repuesto aún.

El oriotarra se ve obligado a hacer encaje de bolillos para confeccionar una convocatoria y un once que no corra riesgos deportivos ni administrativos. Esta vez ha optado, o no ha tenido más remedio si pretende llegar en óptimas condiciones al derbi, por dar descanso a gran parte de su guardia pretoriana. Remiro, Aramburu, Javi López, Aguerd, Sucic, Brais, Becker, Kubo y Oyarzabal se quedan en casa. Zubeldia, Zubimendi, Zakharyan y Traoré son baja por lesión. Sadiq, incluido en un principio en la convocatoria, se cayó a última hora de ayer por molestias musculares, y su lugar fue ocupado por otro potrillo, Ekain Orobengoa. Sin el nigeriano, la Real llevará a solo a once jugadores del primer equipo, el mínimo reglamentario exigido.

Lo que normal sería apostar por Marrero en la portería, con Odriozola, Aritz, Pacheco y Balda en defensa. Urko, Olasagasti y Goti en la medular y Magunazelaia, Barrenetxea y Mariezkurrena en la delantera. Son nueve los jugadores del Sanse los que podrían debutar con el primer equipo.

El Jove Español es un club modesto de la localidad de San Vicente del Raspeig colindante con Alicante. Como no podía ser de otra manera, el club alicantino ha vivido alucinado cómo se han desarrollado los acontecimientos sin que nadie fuera capaz de preguntarles su opinión. No está completando una buena temporada al marchar en decimotercera posición de su grupo de 3ª RFEF.

El sábado juegan a las 16.00 horas, visitan al Rayo Ibense, penúltimo en la tabla, en un partido que consideran clave. Esto es lo que hay.

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