Pónganse en situación. Un sábado cualquiera. En un bar cualquiera. Viendo un partido cualquiera. De repente llega el gol. Y con él, las habituales repeticiones, desde distintos ángulos. Una de las secuencias, a cámara lenta, congela la imagen en el momento del disparo, y refleja al instante la probabilidad (en porcentaje) que ese intento tenía de acabar dentro de la portería: 9%, 15%, 27%… Da igual el guarismo. “¡Menuda gilipollez”, suelta el de al lado cerveza en mano, generando las bromas y los comentarios de todos sus amigos. No saben que la estadística en cuestión, los famosos expected goals, lleva ya a muchos clubes a destituir entrenadores, porque previamente les ha valido para medir y calibrar el trabajo de esos mismos técnicos. Fútbol moderno.
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Real Sociedad: Barrenetxea y Kubo siguen entrenando al margen
Barrene entrenando en vísperas del partido del PSG. Ruben Plaza La Real ha regresado hoy a los entrenamientos tras la jornada de asuero de ayer, con