Zubimendi firmará en breve su nuevo contrato

Día 1 después del no de Martín Zubimendi al Liverpool. Los agentes del jugador y la Real Sociedad están terminando de pulir los últimos detalles del nuevo contrato que se espera que firme en las próximas horas. Lo cierto es que tampoco hace tanto que el centrocampista prolongó su vinculación con el equipo de toda su vida. Concretamente el 22 de noviembre de 2022 cuando renovó hasta 2027. No se descarta que, aparte de mejorar sus emolumentos y convertirse en el mejor pagado del plantel, al menos momentáneamente, también podría alargar los años que vestirá de txuri-urdin aunque el hermetismo del club con el tema es total.

El portazo de Zubimendi al Liverpool ha traspasado fronteras. Quién más o quien menos esperaba que el futbolista sucumbiese ante la oferta mareante que tenía sobre la mesa presentada por uno de los gigantes del viejo continente. Incluso según diversas informaciones, en su último intento por hacerse con sus servicios, le puso sobre la mesa unas cantidades que triplicaban lo que va a percibir en Donostia

El Liverpool llevaba dos semanas negociando con Zubimendi y su entorno. El propio jugador conocía de primera mano el interés y el proyecto red. Los dirigentes ingleses eran conscientes de que iban tener complicado convencerle después de que se hubiera negado a fichar por otros gigantes como Arsenal, Bayern de Munich (dicen que se reunió bastante más veces con ellos que con el propio Liverpool), o ya en clave menor y en la Liga, el Barcelona (el Madrid siempre ha seguido de cerca su evolución, aunque nunca se ha presentado con una propuesta en firma).

Pero que con el paso de los encuentros, la sensación que tuvo la delegación del Liverpool fue que estaba muy cerca de seducir al donostiarra y que este se encontraba próximo a dar el «sí». Su problema fue que Martín no dejó nunca de tener dudas. Y cuando la noticia trascendió a los medios en The Times y comenzó la tensión social, estas se multiplicaron. 

La Real siempre tuvo claro que el Liverpool venía en serio a por Zubimendi y que había un peligro real de que se pudiera marchar. Jokin Aperribay no perdió la calma y, al ser plenamente consciente de que el jugador no lo tenía claro, decidió presentarle una mejora de contrato y convertirle en el mejor pagado de la plantilla. En los momentos más críticos, en los que se palpaba la resignación en el propio club, su movimiento en el tablero casi pareció un intento a la desesperada por intentar evitar una fuga que parecía hace solo unos días condenada a confirmarse (con Merino todo parece indicar que no tendrá éxito).

Pero no fue así, Martín siempre se ha declarado un enamorado de la Real y de su vida en Donostia donde no necesita mucho más que su familia, su cuadrilla y su perro para ser muy feliz. El viaje a Alemania para disputar el amistoso frente al Union Berlín también le ayudó a aclarar sus ideas y sus prioridades, y la terapia basada en el cariño perpetrada por la dirección deportiva y secundada por todos los estamentos del club acabó dando sus frutos. 

Cuestión de pertenencia

Nunca fue una cuestión de dinero, sino más bien de sentimiento y de sentido de pertenencia. Y aunque el presidente siempre se ha manejado muy bien en este tipo de situaciones con sus jugadores preferidos, que los tiene como cualquier otro aficionado txuri-urdin, y uno de ellos es Martín, ha sido Imanol Alguacil quien ha cogido el toro por los cuernos y le ha ido haciendo ver en varios encuentros privados que como en la Real no iba a estar en ningún lado, que este año prometía emociones fuertes de nuevo y que, a sus 25 años, todavía tenía tiempo de emprender una aventura a otro nivel en el extranjero (lo que no sabe es probablemente cada verano a partir de este le volverá a decir lo mismo).

Desde Inglaterra lo quisieron disfrazar como si la Real le estuviese cerrando las puertas y casi haciendo la vida imposible para evitar su fuga, pero nada más lejos de la realidad. Lo que estaba haciendo el club blanquiazul era defender sus derechos al contar con la desventaja de que, al contrario que los jugadores de la Premier, tienen un precio para ser libres en forma de cláusula, y pelear a muerte por la continuidad de su futbolista. Este periódico ha podido contrastar que el Liverpool daba ayer por perdido definitivamente al jugador al menos para esta temporada.

Hubo otra circunstancia que ha condicionado y agravado el dramatismo de las últimas horas en el realismo. Y es que, a la posible salida de Zubimendi se sumaba el más que posible traspaso de Mikel Merino al Arsenal. Lo que tenían claro en Anoeta es que había que evitar por todos los medios que se marcharan los dos ya que iba a ser un roto sin posible solución en el plano deportivo.

Mikel Merino, Martin Zubimendi e Igor Zubeldia, tras el Real Madrid-Real Sociedad Rodrigo Jimenez / Efe


O Merino o Zubimendi: los dos, no

Por lo tanto, si se marchaba Zubimendi era muy probable que estallara un conflicto al negarse a negociar con el Arsenal por Merino para que al menos se quedase este curso y, si no lo ha hecho el donostiarra, el navarro podría emprender el camino a Londres como desea una vez que ya haya confirmado que no piensa renovar su contrato que expira en junio de 2025.  

Fue a última hora del lunes cuando se pusieron en contacto con Richard Hugues, director técnico red, para comunicarles su decisión definitiva de quedarse en la Real y agradecerle la deferencia que habían tenido con ellos en la negociación. Por ahora el club realista no ha querido confirmar oficialmente que tiene el sí de su canterano porque quiere tenerlo todo bien atado para no precipitarse, pero lo lógico es pensar que lo hará en las próximas horas para anunciar a bombo y platillo que el mejor fichaje del verano con gran diferencia es la continuidad de un Zubimendi al que le espera un reconocimiento antológico por parte de Anoeta en el estreno liguero del domingo ante el Rayo. 

Y el verano que viene será otra historia. Igual muy distinta, pero eso queda muy lejos y lo más importante es que vamos a volver a disfrutar en la Real del “segundo mejor mediocentro del mundo”, como lo definió el seleccionador vigente campeón de Europa, Luis de la Fuente.

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