Una de las jugadas que más debate ha generado en el posderbi es el segundo gol de Iñaki Williams. No son pocos los que creen que Alex Remiro pudo hacer bastante más y que incluso lo consideran un error importante. Luego están los que consideran que el disparo del zurigorri era un obús y que se coló muy arriba dentro de la portería. Lo cierto es que la pelota entra por su palo, una norma básica que deben cumplir casi a rajatabla los porteros, pero también hay que reconocer que Le Normand le deja libre el lado de su pierna hábil con un espacio suficiente como para que Remiro tenga que estar preparado por si intenta buscar cualquiera de sus dos lados, por lo que es la potencia la que definitivamente le sorprende. Quizá tampoco ayude, para descargarle de responsabilidad, que no reaccione bien y en la fotografía sale con las rodillas dobladas y el cuerpo hacia atrás, sin hacerse grande en ningún momento cuando, en el hipotético caso de que se hubiese quedado quieto al más puro estilo de balonmano, habría tenido más posibilidades de detener el chut de Williams.
Le Normand vio así la jugada en declaraciones que realizó en el mismo San Mamés: “Es una contra de un córner a favor nuestro. Nos cuesta un poco recuperar la posición a todos. Ellos lo hacen bien, porque yo creo que se podía haber parado antes la acción con una falta para posicionarnos de nuevo. Y es lo que digo, para mí el Athletic ha hecho un buen partido y firman una buena jugada. Combinan bien, con una diagonal y luego en el uno contra uno con Iñaki ya con el balón dominado y muchos metros por delante, por atrás y por todos los lados. Pienso que me lo llevo bien hacia un lado, es cierto que podía recortar, pero le tapo bien ese lado. Va donde quería que fuese, pero luego lo hace muy bien. He hablado con Remiro y seguro que conoceréis los porcentajes de posibilidad de acierto que tenía en ese tiro y la pone increíble. Hay que felicitarle desde aquí, porque ha sido un gran acierto. Y yo a aprender de esos duelos, porque no siempre está el equipo posicionado como debe. Hay que asumirlo y yo a aprender de esa situación”.
Por lo tanto, todo parece indicar que Remiro también era de la opinión de que poco más pudo hacer al sentirse fusilado. En resumen, fútbol es fútbol, cada uno tiene su opinión y este tipo de jugadas siempre generará un debate abierto para mucho tiempo. Es justo reconocer que el de Cascante fue el mejor txuri-urdin con dos paradas magníficas con el 0-0 a disparos de los dos hermanos Williams. Y que en el resto del encuentro transmitió mucha seguridad en todas sus intervenciones, a pesar de la agobiante presión que sufrió por parte de la grada de San Mamés por su pasado en Lezama. Aunque su figura y su titularidad casi irrebatible generan también bastante discusión desde el primer día, los números continúan estando de su lado. De la friolera de 41 partidos que ha participado hasta la fecha, sólo superado en minutos por Ter Stegen al haber disputado una prórroga en la Supercopa ante el Sevilla, ha mantenido su portería a cero en 19 ocasiones. Unos datos muy buenos, ya que si todo transcurre con normalidad, va a superar su hito de encuentros jugados de hace dos campañas, que se quedó en 47, y ya ha igualado los de la anterior, con los citados 41. En la clasificación por el Zamora a día de hoy es segundo, con un promedio de 0,97, sólo superado por el meta blaugrana, con 0,31, aunque Oblak, con 0,70, y Courtois, con 0,91, también le van a superar cuando alcancen los 28 encuentros disputados en la Liga.
En busca de un portero
A pesar de que Remiro mantiene el tipo, el club no va a repetir el mismo modelo el año que viene, ya que su apuesta por el canterano Zubiaurre, que sólo ha jugado un encuentro, no ha funcionado. Lo que más valoraba la dirección deportiva de Moyá es lo bien que le venía a Remiro por lo que le apretaba y porque siempre le mantenía con los pies en el suelo. Como ya se vio con Rulli, que un meta no tenga apenas competencia acaba siendo perjudicial para todos, para el titular y para los canteranos, que se quedan atascados sin opción de crecer. Por lo tanto, el club ya peina el mercado para traer un meta de garantías que le dispute el puesto, aunque sepa que de primeras aquí el que manda es Remiro.